El nuevo orden económico

La nueva economía – una maquinaria que no tiene sábados ni domingos -- procura lograr que la innovación tecnológica introduzca cambios profundos en todos los sectores económicos. El objetivo último: aumentar la productividad.

10 abril, 2001

Desde antes de comenzar el nuevo siglo, los economistas y demás especialistas discuten si hay o no una “nueva” economía. Algunos insisten en que el fenomenal crecimiento económico en Estados Unidos, que pronto será imitado por Europa y Asia, es simplemente la misma vieja economía en un prolongado ciclo ascendente seguramente imposible de sostener. Otros afirman que la tecnología ha cambiado fundamentalmente y para siempre los mercados mundiales. Que cuanto antes se comprenda esto, mejor podremos manejar los recursos y beneficiarnos con la transformación.

La nueva economía definida por la tecnología

La mayoría de nosotros, lamentablemente sin preparación para manejar las sutilezas de la teoría económica, reconocería rápidamente que algo notable está ocurriendo. Hay una nueva economía que está apareciendo y no se define por el número de firmas de alta tecnología ni por el número de personas que trabajan en ellas, aunque los números son impresionantes.

Un informe del Departamento de Comercio de Estados Unidos vaticina que para el año 2006 las empresas que o bien produzcan infotecnología o la usen intensivamente emplearán a la mitad de la fuerza de trabajo de Estados Unidos. El número es conservador. Más acertado sería probablemente decir que empleará a las dos terceras partes. Esas mismas empresas emplearán también a trabajadores de todo el mundo a medida que la escasez de trabajo especializado continúa en el nuevo siglo. Lucent Technologies da trabajo a 3.500 ingenieros en Gran Bretaña, Alemania, China, Japón, Taiwán y Corea porque no pueden encontrar suficientes personas con las habilidades adecuadas en Estados Unidos.

Don Listwin, vicepresidente ejecutivo de Cisco Systems Inc., lo explicó de esta manera: “La esencia de la empresas de la Nueva Economía es usar tecnología para optimizar la información”. Pero se quedó corto. La esencia de la nueva economía es encontrar la forma en que la innovación tecnológica introduzca cambios profundos en cada uno de los sectores económicos.

Impacto de la tecnología

En los últimos cinco años del siglo 20 la Internet nos demostró hasta qué punto la innovación tecnológica puede transformar la manera en que vivimos, trabajamos, nos comunicamos, nos educamos y nos entretenemos. Y sin embargo ese impacto está en sus comienzos, y la Internet es sólo una parte de la historia.

El capítulo más importante es el impacto que esa tecnología va a tener en los sectores económicos que fueron dominantes como la manufactura, los servicios, la minería y otras industrias de recuperación de recursos. En esos sectores, la computación y las telecomunicaciones tendrán un impacto equivalente al de los ferrocarriles en la industria del siglo 19.

Gracias a las innovaciones tecnológicas el planeamiento de la producción es más fácil, los inventarios se pueden reducir, los tiempos de entrega se pueden reducir y los canales de distribución son más eficientes. Los fabricantes de automóviles que usan sistemas de modelación computarizados pueden ahora producir un nuevo modelo de automóvil en 48 meses comparado con los 60 meses que necesitaban hace cinco años; la diferencia les significa un ahorro entre US$ 250.000 y US$ 500.000. Navistar, fabricante de motores hoy emplea 1.500 trabajadores para producir 1.400 motores por día. En 1994, la compañía necesitaba 900 personas para producir 175 motores por día. En Europa, Renault produce 220.000 autos más con 20.000 trabajadores menos que hace 10 años.

Dow Chemical procesa sus resultados financieros trimestrales en 16 días menos desde que consolidó la información de la compañía en software de data warehouse.
Industrias más productivas

Algunos analistas restan importancia al aporte de la tecnología. Atribuyen el crecimiento sostenido al abaratamiento de las importaciones, a la liberalización del comercio y a la reducción de las tasas de interés. Otros, en cambio, argumentan que cada uno de esos factores podría atribuirse al generalizado uso de la tecnología.
La nueva economía es una maquinaria que está en movimiento las veinticuatro horas del día, siete días a la semana. Y eso va a redundar en mayor productividad.

En Estados Unidos se ha discutido mucho el tema de la introducción de “horas extra” en la actividad comercial. En realidad eso ha venido ocurriendo desde hace mucho tiempo, desde que el dinero comenzó a circular constantemente alrededor del globo. Lo que es nuevo es que los inversores particulares pueden ahora participar de la actividad online y eso cambia el tono de la actividad en los mercados globales.

El mercado de valores no es la única cosa en movimiento las 24 horas. La planta de fabricación de Motorola en St. Cloud, Minesota opera las 24 horas del día. Y también la planta Saturn en Spring Hill, Tennessee.

Desde antes de comenzar el nuevo siglo, los economistas y demás especialistas discuten si hay o no una “nueva” economía. Algunos insisten en que el fenomenal crecimiento económico en Estados Unidos, que pronto será imitado por Europa y Asia, es simplemente la misma vieja economía en un prolongado ciclo ascendente seguramente imposible de sostener. Otros afirman que la tecnología ha cambiado fundamentalmente y para siempre los mercados mundiales. Que cuanto antes se comprenda esto, mejor podremos manejar los recursos y beneficiarnos con la transformación.

La nueva economía definida por la tecnología

La mayoría de nosotros, lamentablemente sin preparación para manejar las sutilezas de la teoría económica, reconocería rápidamente que algo notable está ocurriendo. Hay una nueva economía que está apareciendo y no se define por el número de firmas de alta tecnología ni por el número de personas que trabajan en ellas, aunque los números son impresionantes.

Un informe del Departamento de Comercio de Estados Unidos vaticina que para el año 2006 las empresas que o bien produzcan infotecnología o la usen intensivamente emplearán a la mitad de la fuerza de trabajo de Estados Unidos. El número es conservador. Más acertado sería probablemente decir que empleará a las dos terceras partes. Esas mismas empresas emplearán también a trabajadores de todo el mundo a medida que la escasez de trabajo especializado continúa en el nuevo siglo. Lucent Technologies da trabajo a 3.500 ingenieros en Gran Bretaña, Alemania, China, Japón, Taiwán y Corea porque no pueden encontrar suficientes personas con las habilidades adecuadas en Estados Unidos.

Don Listwin, vicepresidente ejecutivo de Cisco Systems Inc., lo explicó de esta manera: “La esencia de la empresas de la Nueva Economía es usar tecnología para optimizar la información”. Pero se quedó corto. La esencia de la nueva economía es encontrar la forma en que la innovación tecnológica introduzca cambios profundos en cada uno de los sectores económicos.

Impacto de la tecnología

En los últimos cinco años del siglo 20 la Internet nos demostró hasta qué punto la innovación tecnológica puede transformar la manera en que vivimos, trabajamos, nos comunicamos, nos educamos y nos entretenemos. Y sin embargo ese impacto está en sus comienzos, y la Internet es sólo una parte de la historia.

El capítulo más importante es el impacto que esa tecnología va a tener en los sectores económicos que fueron dominantes como la manufactura, los servicios, la minería y otras industrias de recuperación de recursos. En esos sectores, la computación y las telecomunicaciones tendrán un impacto equivalente al de los ferrocarriles en la industria del siglo 19.

Gracias a las innovaciones tecnológicas el planeamiento de la producción es más fácil, los inventarios se pueden reducir, los tiempos de entrega se pueden reducir y los canales de distribución son más eficientes. Los fabricantes de automóviles que usan sistemas de modelación computarizados pueden ahora producir un nuevo modelo de automóvil en 48 meses comparado con los 60 meses que necesitaban hace cinco años; la diferencia les significa un ahorro entre US$ 250.000 y US$ 500.000. Navistar, fabricante de motores hoy emplea 1.500 trabajadores para producir 1.400 motores por día. En 1994, la compañía necesitaba 900 personas para producir 175 motores por día. En Europa, Renault produce 220.000 autos más con 20.000 trabajadores menos que hace 10 años.

Dow Chemical procesa sus resultados financieros trimestrales en 16 días menos desde que consolidó la información de la compañía en software de data warehouse.
Industrias más productivas

Algunos analistas restan importancia al aporte de la tecnología. Atribuyen el crecimiento sostenido al abaratamiento de las importaciones, a la liberalización del comercio y a la reducción de las tasas de interés. Otros, en cambio, argumentan que cada uno de esos factores podría atribuirse al generalizado uso de la tecnología.
La nueva economía es una maquinaria que está en movimiento las veinticuatro horas del día, siete días a la semana. Y eso va a redundar en mayor productividad.

En Estados Unidos se ha discutido mucho el tema de la introducción de “horas extra” en la actividad comercial. En realidad eso ha venido ocurriendo desde hace mucho tiempo, desde que el dinero comenzó a circular constantemente alrededor del globo. Lo que es nuevo es que los inversores particulares pueden ahora participar de la actividad online y eso cambia el tono de la actividad en los mercados globales.

El mercado de valores no es la única cosa en movimiento las 24 horas. La planta de fabricación de Motorola en St. Cloud, Minesota opera las 24 horas del día. Y también la planta Saturn en Spring Hill, Tennessee.

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