El marketing por e-mail debe pedir permiso

El marketing vía e-mail, al que se suele relacionar con mensajes no deseados o correo basura (“spam”) que sobrecarga las bandejas de entrada, debe evolucionar si quiere sobrevivir en los próximos años, indica un informe.

30 octubre, 2001

Un estudio realizado por Forrester Research reveló que, para sobrevivir, el marketing vía correo electrónico debe encargarse de solicitar a los destinatarios de los mensajes que den su consentimiento para recibir este tipo de marketing.

El informe, titulado “E-mail Marketing Needs Permission”, destaca que, si bien los consumidores están dispuestos a participar del marketing vía e-mail, las expectativas respecto de la calidad y la cantidad de contenido que reciben están por encima de lo que ofrecen las actuales campañas de marketing.

Luca Paderni, autor del informe y analista senior de Forrester, opina que las empresas deben estudiar la posibilidad de solicitar permiso a los consumidores antes de enviar un e-mail.

Asimismo, señaló que las empresas deben describir claramente las “reglas de compromiso” que establecen con el consumidor, si pretenden que el marketing por e-mail continúe existiendo.

La investigación de Paderni reveló que, incluso hoy, los usuarios de Internet están dispuestos a recibir mensajes de marketing por e-mail. Pero, agrega, también están dispuestos a cancelar la suscripción si esos mensajes no colman sus expectativas.

Según la investigación, sólo 5% de consumidores que recibe información sobre viajes vía correo electrónico canceló la suscripción al servicio que le envía esa información.

En comparación, los índices de cancelación de otros servicios de marketing vía correo electrónico son mucho más altos.

El informe de Paderni sostiene que el bajo índice de cancelación se debe en gran medida al inmenso atractivo de los negocios de “último momento”, en los que se ofrecen importantes descuentos a quienes hagan reservas de último momento.

Entre las características de las campañas de marketing vía correo electrónico que ciertamente desalientan a los consumidores se enumeraron el escaso contenido y la información irrelevante. Otras cuestiones a tener en cuenta son los mensajes extensos, la alta frecuencia en el envío de correos electrónicos y la intensidad de los anuncios publicitarios.

El estudio de Forrester determinó que 56% de los participantes de marketing vía e-mail que da su consentimiento ronda los 16 y 34 años y no tiene hijos.

De los usuarios que aceptan el envío de campañas de marketing vía correo electrónico, 44% cuenta con un título universitario. Por lo general, son veteranos de Internet, 46% de los cuales viene navegando la Web desde hace más de dos años y 36% de los que “da su consentimiento” lee la mayoría de los mails promocionales que recibe.

Paderni afirma que las empresas que soliciten permiso a los consumidores, además de cierta cantidad de información demográfica, mejorarán los índices de retención respecto de las campañas de marketing vía correo electrónico.

Por eso, suponer que los consumidores dan siempre su consentimiento sólo sirve para enfadarlos y aumentar los índices de cancelación del servicio, concluye el estudio.

Para efectuar este informe, Forrester realizó sondeos en los que consultó a más de 29.000 personas en 13 países europeos. La investigación se concretó en el segundo trimestre de este año.

Newsbytes
23 de octubre 2001

Un estudio realizado por Forrester Research reveló que, para sobrevivir, el marketing vía correo electrónico debe encargarse de solicitar a los destinatarios de los mensajes que den su consentimiento para recibir este tipo de marketing.

El informe, titulado “E-mail Marketing Needs Permission”, destaca que, si bien los consumidores están dispuestos a participar del marketing vía e-mail, las expectativas respecto de la calidad y la cantidad de contenido que reciben están por encima de lo que ofrecen las actuales campañas de marketing.

Luca Paderni, autor del informe y analista senior de Forrester, opina que las empresas deben estudiar la posibilidad de solicitar permiso a los consumidores antes de enviar un e-mail.

Asimismo, señaló que las empresas deben describir claramente las “reglas de compromiso” que establecen con el consumidor, si pretenden que el marketing por e-mail continúe existiendo.

La investigación de Paderni reveló que, incluso hoy, los usuarios de Internet están dispuestos a recibir mensajes de marketing por e-mail. Pero, agrega, también están dispuestos a cancelar la suscripción si esos mensajes no colman sus expectativas.

Según la investigación, sólo 5% de consumidores que recibe información sobre viajes vía correo electrónico canceló la suscripción al servicio que le envía esa información.

En comparación, los índices de cancelación de otros servicios de marketing vía correo electrónico son mucho más altos.

El informe de Paderni sostiene que el bajo índice de cancelación se debe en gran medida al inmenso atractivo de los negocios de “último momento”, en los que se ofrecen importantes descuentos a quienes hagan reservas de último momento.

Entre las características de las campañas de marketing vía correo electrónico que ciertamente desalientan a los consumidores se enumeraron el escaso contenido y la información irrelevante. Otras cuestiones a tener en cuenta son los mensajes extensos, la alta frecuencia en el envío de correos electrónicos y la intensidad de los anuncios publicitarios.

El estudio de Forrester determinó que 56% de los participantes de marketing vía e-mail que da su consentimiento ronda los 16 y 34 años y no tiene hijos.

De los usuarios que aceptan el envío de campañas de marketing vía correo electrónico, 44% cuenta con un título universitario. Por lo general, son veteranos de Internet, 46% de los cuales viene navegando la Web desde hace más de dos años y 36% de los que “da su consentimiento” lee la mayoría de los mails promocionales que recibe.

Paderni afirma que las empresas que soliciten permiso a los consumidores, además de cierta cantidad de información demográfica, mejorarán los índices de retención respecto de las campañas de marketing vía correo electrónico.

Por eso, suponer que los consumidores dan siempre su consentimiento sólo sirve para enfadarlos y aumentar los índices de cancelación del servicio, concluye el estudio.

Para efectuar este informe, Forrester realizó sondeos en los que consultó a más de 29.000 personas en 13 países europeos. La investigación se concretó en el segundo trimestre de este año.

Newsbytes
23 de octubre 2001

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