El marketing del boca a boca,¿una contradicción en sus términos?

El boca a boca es – era – intrínsecamente espontáneo. Si se induce, o sea que la gente habla por encargo y no por entusiasmo genuino, pierde credibilidad. Eso se discute ahora que se convoca a consumidores para que actúen como agentes de marca.

13 octubre, 2005

A medida que los marketineros buscan cada vez más reclutar consumidores para que desparramen la buena predisposición hacia las marcas, los abogados del negocios comienzan a ver el “marketing del boca a boca”, o el “marketing del rumor” como un área que debería ser regulada, especialmente en lo que se refiere al tema de pagar a los participantes en el programa que no revelan sus conexiones con marketineros y agencias. Si bien el problema que plantea el marketing del boca a boca no tiene precedentes legales, la comisión federal de comercio (CFC) de Estados Unidos podría aplicarle lineamientos que rigen para algunos avisos.

El problema es complejo. Si la motivación para el elogio de un producto es la retribución monetaria, hay que revelar la conexión de la persona con la marca. Pero si se revela la conexión se pierde el valor del marketing. Los anunciantes se ven, entonces, en una encrucijada.

Lo que preocupa a los funcionarios de la CFC es que si no se revela la verdad – que quienes hablan bien de un producto están a sueldo de los dueños de ese producto – el público está siendo engañado. Y desde ese punto de vista, se está violando la ley de publicidad.

Estos programas podrían constituir un negocio valuado entre US$ 40 y 60 millones que además creció a razón de 100% el año pasado. La “Word of Mouth Marketing Association” ha colocado un código de ética en su página web donde dice que la organización acata las regulaciones de la Comisión Federal de Comunicaciones sobre recomendación de productos.

A medida que los marketineros buscan cada vez más reclutar consumidores para que desparramen la buena predisposición hacia las marcas, los abogados del negocios comienzan a ver el “marketing del boca a boca”, o el “marketing del rumor” como un área que debería ser regulada, especialmente en lo que se refiere al tema de pagar a los participantes en el programa que no revelan sus conexiones con marketineros y agencias. Si bien el problema que plantea el marketing del boca a boca no tiene precedentes legales, la comisión federal de comercio (CFC) de Estados Unidos podría aplicarle lineamientos que rigen para algunos avisos.

El problema es complejo. Si la motivación para el elogio de un producto es la retribución monetaria, hay que revelar la conexión de la persona con la marca. Pero si se revela la conexión se pierde el valor del marketing. Los anunciantes se ven, entonces, en una encrucijada.

Lo que preocupa a los funcionarios de la CFC es que si no se revela la verdad – que quienes hablan bien de un producto están a sueldo de los dueños de ese producto – el público está siendo engañado. Y desde ese punto de vista, se está violando la ley de publicidad.

Estos programas podrían constituir un negocio valuado entre US$ 40 y 60 millones que además creció a razón de 100% el año pasado. La “Word of Mouth Marketing Association” ha colocado un código de ética en su página web donde dice que la organización acata las regulaciones de la Comisión Federal de Comunicaciones sobre recomendación de productos.

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