El juego de la simulación

Para plantear una innovación auténtica, las empresas no sólo necesitan un buen plan estratégico sino también un modelo de improvisación creativa, dice Michael Schrage.

15 enero, 2001

Michael Schrage, uno de los expertos con mayor reconocimiento en relacionar tecnología y trabajo, acaba de publicar un libro que revela los secretos de la verdadera innovación.

Para plantear una innovación auténtica, las empresas no sólo necesitan un buen plan estratégico sino también un modelo de improvisación creativa

Gran parte de las estrategias que generan adelantos importantes está conectada a los experimentos con modelos, prototipos y simulaciones.

Gracias a la tecnología digital, es posible utilizar prototipos a la hora de planificar estrategias de innovación. De hecho, estos modelos tecnológicos pueden mejorar la comunicación, la colaboración, el aprendizaje y la innovación de la vida corporativa.

A partir de ejemplos reales y anécdotas conmovedoras, Schrage demuestra de qué manera empresas como Disney, Microsoft, Boeing, IDEO y DaimlerChrysler utilizan modelos y prototipos para provocar una interacción efectiva y así innovar.

Ganar tiempo, dice el experto, es una necesidad preponderante para la empresa del nuevo milenio, por eso es importante trabajar con modelos ya que la empresa puede resolver problemas con mayor facilidad y rapidez.

En Serious Play (Harvard Business School Press), el autor introduce al mundo de la simulación, en el que la prueba de prototipos y la simulación de incidentes o situaciones ayudan a generar adelantos innovadores.

Ahonda en las diferentes consecuencias estratégicas y gerenciales que resultan de trabajar con prototipos y modelos.

Por ejemplo, en los años 80, los fabricantes estadounidenses utilizaban modelos de arcilla para crear prototipos de diseños nuevos.

En cambio, los fabricantes japoneses usaban los modelos CAD (diseño asistido por computadora). Así, aprendieron de los prototipos, crearon nuevos y, además, lanzaron los productos al mercado mucho antes que Estados Unidos.

Si bien Schrage no sugiere que en Estados Unidos los fabricantes de automóviles hubieran superado a los fabricantes japoneses con el uso de modelos computarizados, este ejemplo pone de manifiesto el impacto provocado por prototipos y modelos en las estrategias de innovación de la empresa.

Otro ejemplo es la hoja de cálculo computarizada, la cual se creó originalmente como herramienta analítica. Más tarde, las empresas comenzaron a darle un mejor uso: insertaron cifras proyectadas y resultados reales.

Así, las hojas de cálculo sirven hoy como herramienta gerencial. En la actualidad, los empresarios exploran distintas posibilidades en tiempo real.

Más adelante, el autor destaca las “culturas del prototipo”. Como ejemplo, señala las diferencias entre empresas que giran en torno a “especificaciones” y las que “se basan en prototipos”.

Las primeras invierten una gran cantidad de tiempo y dinero para desarrollar especificaciones detalladas de un nuevo producto antes de pasar al diseño de prototipos. Las segundas, en cambio, dedican más tiempo a la experimentación que al desarrollo.

En otras palabras, determinan especificaciones generales que sirven como guía para crear prototipos. Así, los cambios de diseño requieren tiempo y dinero mínimos.

Generalmente, las empresas innovadoras eligen este último modelo. No obstante, el autor explica que “empresas como IBM, AT&T y General Electric, responsables de coordinar grandes volúmenes de información con una base de usuarios importante, tienden a optar por el primer modelo”.

A pesar de no presentar una posición a favor o en contra respecto de estos modelos, hace especial hincapié en la importancia de “manejar la relación entre” especificaciones y prototipos con efectividad, para así acelerar los procesos y aprovechar mejor el tiempo.

Además, señala que los prototipos no sólo revelan las fallas del diseño de un producto sino que también son útiles para revelar las fallas de la empresa.

Con una variedad innumerable de ejemplos, este libro proporciona a los altos ejecutivos las herramientas necesarias para descubrir una técnica de innovación tal vez inadvertida hasta ahora: el inmenso impacto estratégico y operativo que provocan los prototipos y modelos en los procesos de innovación de la empresa y, sobre todo, en su futuro.

Michael Schrage, uno de los expertos con mayor reconocimiento en relacionar tecnología y trabajo, acaba de publicar un libro que revela los secretos de la verdadera innovación.

Para plantear una innovación auténtica, las empresas no sólo necesitan un buen plan estratégico sino también un modelo de improvisación creativa

Gran parte de las estrategias que generan adelantos importantes está conectada a los experimentos con modelos, prototipos y simulaciones.

Gracias a la tecnología digital, es posible utilizar prototipos a la hora de planificar estrategias de innovación. De hecho, estos modelos tecnológicos pueden mejorar la comunicación, la colaboración, el aprendizaje y la innovación de la vida corporativa.

A partir de ejemplos reales y anécdotas conmovedoras, Schrage demuestra de qué manera empresas como Disney, Microsoft, Boeing, IDEO y DaimlerChrysler utilizan modelos y prototipos para provocar una interacción efectiva y así innovar.

Ganar tiempo, dice el experto, es una necesidad preponderante para la empresa del nuevo milenio, por eso es importante trabajar con modelos ya que la empresa puede resolver problemas con mayor facilidad y rapidez.

En Serious Play (Harvard Business School Press), el autor introduce al mundo de la simulación, en el que la prueba de prototipos y la simulación de incidentes o situaciones ayudan a generar adelantos innovadores.

Ahonda en las diferentes consecuencias estratégicas y gerenciales que resultan de trabajar con prototipos y modelos.

Por ejemplo, en los años 80, los fabricantes estadounidenses utilizaban modelos de arcilla para crear prototipos de diseños nuevos.

En cambio, los fabricantes japoneses usaban los modelos CAD (diseño asistido por computadora). Así, aprendieron de los prototipos, crearon nuevos y, además, lanzaron los productos al mercado mucho antes que Estados Unidos.

Si bien Schrage no sugiere que en Estados Unidos los fabricantes de automóviles hubieran superado a los fabricantes japoneses con el uso de modelos computarizados, este ejemplo pone de manifiesto el impacto provocado por prototipos y modelos en las estrategias de innovación de la empresa.

Otro ejemplo es la hoja de cálculo computarizada, la cual se creó originalmente como herramienta analítica. Más tarde, las empresas comenzaron a darle un mejor uso: insertaron cifras proyectadas y resultados reales.

Así, las hojas de cálculo sirven hoy como herramienta gerencial. En la actualidad, los empresarios exploran distintas posibilidades en tiempo real.

Más adelante, el autor destaca las “culturas del prototipo”. Como ejemplo, señala las diferencias entre empresas que giran en torno a “especificaciones” y las que “se basan en prototipos”.

Las primeras invierten una gran cantidad de tiempo y dinero para desarrollar especificaciones detalladas de un nuevo producto antes de pasar al diseño de prototipos. Las segundas, en cambio, dedican más tiempo a la experimentación que al desarrollo.

En otras palabras, determinan especificaciones generales que sirven como guía para crear prototipos. Así, los cambios de diseño requieren tiempo y dinero mínimos.

Generalmente, las empresas innovadoras eligen este último modelo. No obstante, el autor explica que “empresas como IBM, AT&T y General Electric, responsables de coordinar grandes volúmenes de información con una base de usuarios importante, tienden a optar por el primer modelo”.

A pesar de no presentar una posición a favor o en contra respecto de estos modelos, hace especial hincapié en la importancia de “manejar la relación entre” especificaciones y prototipos con efectividad, para así acelerar los procesos y aprovechar mejor el tiempo.

Además, señala que los prototipos no sólo revelan las fallas del diseño de un producto sino que también son útiles para revelar las fallas de la empresa.

Con una variedad innumerable de ejemplos, este libro proporciona a los altos ejecutivos las herramientas necesarias para descubrir una técnica de innovación tal vez inadvertida hasta ahora: el inmenso impacto estratégico y operativo que provocan los prototipos y modelos en los procesos de innovación de la empresa y, sobre todo, en su futuro.

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