En 2009 quizás empiece a desarmarse Irak, inventado por una inglesa

No fue el soñador Thomas E.Lawrence (1888/935), sino la realista Gertrude M.Bell (1868/926) quien juntó tres provincias otomanas –Mosul. Bagdad, Basora- y creó Irak. Cumplía órdenes de Gran Bretaña, que buscaba asegurarse acceso al petróleo.

5 enero, 2009

En carta al padre (Bagdad, 4-XII-1921), Bell se&ntilde;alaba: &ldquo;Pas&eacute; una ma&ntilde;ana dibujando en el mapa los confines meridionales del desierto iraqu&iacute;&rdquo;. En marzo del mismo a&ntilde;o, Lawrence y la &ldquo;temible arque&oacute;loga&rdquo; persuadieron a Winston Churchill de que era preciso crear &ldquo;un estado sat&eacute;lite de la corona en el Irak arab&iacute;&rdquo;. El entonces jefe del almirantazgo hab&iacute;a resuelto pasar del carb&oacute;n a la nafta como combustible naviero. <br />
<p> Churchill ten&iacute;a desde 1917 &ndash;cuando era secretario de colonias- en la mira los vastos yacimientos de hidrocarburos en las entonces provincias del sudeste otomano, Basora, Bagdad y Mosul. M&aacute;s Om&aacute;n y los emiratos &aacute;rabes del golfo. Se resolvi&oacute; pues hacer un reino &ldquo;independiente&rdquo; en la Mesopotamia, que se entregar&iacute;a a Feisal, emir hijo del jeque hashemita de La Meca. Hasta se hizo un &ldquo;referendo popular&rdquo; estilo Saddam Hus&eacute;in.</p>
<p> Con Lawrence de regreso en Inglaterra (1922), Bell se qued&oacute; como eminencia gris del Irak. Perdi&oacute; parte de influencia cuando Feisal demostr&oacute; no ser tan d&oacute;cil y retorn&oacute; a la arqueolog&iacute;a fundando el museo babil&oacute;nico de Bagdad. La gente la trataba de &ldquo;katum&rdquo; (gran se&ntilde;ora) y se inclinaba a su paso. Muri&oacute; en 1926, a los 58 a&ntilde;os &ndash;quiz&aacute; por sobredosis de barbit&uacute;ricos- y est&aacute; sepultaba en esa ciudad. Lawrence la sobrevivi&oacute; nueve a&ntilde;os, pero era veinte m&aacute;s joven.</p>
<p> Bell era sobrina de un embajador ingl&eacute;s en Persia, que la llev&oacute; consigo. La graduada de Oxford aprendi&oacute; fars&iacute;, arameo y arameo. Ya durante la Gran Guerra, Londres decidi&oacute; aprovechar el nacionalismo &aacute;rabe para luchar contra el Imperio Otomano, aliado de Alemania y Austria-Hungr&iacute;a. Resultado: se desmembraron dos estado multi&eacute;tnicos, lo cual gener&oacute; una marqueter&iacute;a inestable en Europa central, los Balcanes y Asia occidental, cuyo corolario ser&iacute;a la II guerra mundial. De paso, se desmoronaba el imperio brit&aacute;nico, proceso iniciado en Egipto (1922) e Irak (1932).</p>
<p> Alma de la oficina &aacute;rabe del Cairo, junto a Lawrence, entr&oacute; con las tropas inglesas en Basora (1916) y Bagdad (1917). Pero la dama detestaba a los shi&rsquo;&iacute;es, tanto en Irak como en Persia, cuya zona meridional estaba controlada por Londres, inclusive el Irak adyem&iacute;. Tampoco simpatizaba con los kurdos, a quienes en 1920 el tratado de S&egrave;vres les promet&iacute;a un estado sobre el sudeste turco, el norte iraqu&iacute; y el noroeste iran&iacute;. A casi ochenta a&ntilde;os de ese momento, la retirada anglonorteamericana puede rearmar Irak en tres autonom&iacute;as: norte kurdo, centrooeste sunn&iacute;, centroeste y sur shi&rsquo;&iacute;es. </p>

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