El consejo de los más sabios
Peter Krass, asiduo colaborador de Investors Business Daily, acaba de publicar The Book of Leadership Wisdom, un libro que revela historias de éxito empresarial de líderes de ayer y hoy.
Esta antología ofrece una colección de ensayos, escritos por nombres legendarios, como Andrew Carnegie, Henry Ford, Estee Lauder y Thomas Watson Jr., y por líderes más recientes como Boone Pickens, Carl Icahn, Victor Kiam, Lee Iacoca y Jack Welch.
Con este valiosísimo texto, el empresario de hoy dispone de herramientas para progresar en todo emprendimiento comercial y, al mismo tiempo, conservar la individualidad en un mundo cada vez más homogeneizado.
Un líder verdadero no sólo sabe cómo afrontar una crisis inevitable sino que la disfruta; los líderes buscan el desafío y confían en una serie de valores y principios inviolables y cuando colapsan estos principios, los más capacitados encuentran una solución ética.
En The Book of Leadership Wisdom (John Wiley & Sons US$ 29,95), los grandes líderes aconsejan lo que se puede hacer para encarar emprendimientos exitosos.
Según Harold Geneen, el ejecutivo que da órdenes a los gritos y espera que sus subordinados obedezcan al pie de la letra no es líder.
El verdadero liderazgo requiere de otro tipo de cualidades; un líder debe inspirar creatividad y trabajo intenso y los subordinados, temerosos de levantar a los superiores en cólera, tendrán miedo de intentar algo que pueda fallar.
Por el contrario, seguirán las órdenes al pie de la letra y no intentarán usar la imaginación.
Y, para peor, los mejores y más brillantes empleados tendrán como único objetivo: irse de la empresa.
Por eso, para fomentar la creatividad y el trabajo intenso, un líder debe tratar a los subordinados con respeto y confianza; el respeto no implica renunciar a las responsabilidades de liderazgo.
Para formar y liderar una empresa ética, es aconsejable intentar uno de los dos métodos que utiliza el CEO de Levi Strauss & Co., Robert Haas: el primer método consiste en redactar reglas que definan un comportamientos éticos y, luego, verificar que los empleados los cumplan; el segundo método habla de definir una serie de valores centrales que utilice todo empleado y gerente para moldear el comportamiento y tomar decisiones.
Esta empresa diseñó un código de reglas que incluía desde dar cuenta de las acciones y posibles conflictos de interés hasta contratar empleados y manejar temas como pagos inapropiados, regalos y favores.
También estableció seis principios éticos: honestidad, cumplimiento de promesas, justicia, respeto, compasión e integridad.
Cuando una empresa no tiene problemas, no hace falta ninguna habilidad excepcional para dirigirla, decía Paul Getty; el verdadero líder aparece en los momentos de crisis y adversidad.
En el libro, se recomienda no paralizarse ante los problemas, no rendirse ni entrar en pánico, mantener la racionalidad, pelear con coraje y prepararse para problemas futuros, examinar la situación y evaluar la línea de acción posible y no actuar con indecisión
Un buen hombre (o mujer) de negocios dirige la empresa con orden y consideración hacia los demás.
Los mejores líderes muestran decisión e imaginación, pero nunca precipitación; son resueltos, pero siempre calmos y cuidadosos, lo importante es recordar que, como dice el libro, “el ataque es la mejor defensa”.
En síntesis, este libro aconseja que un líder tenga visión de futuro, contrate personas creativas y energéticas, y cree una cultura de negocio y estructura organizativa, que cumplan con las necesidades de los clientes de la empresa.
Esta antología ofrece una colección de ensayos, escritos por nombres legendarios, como Andrew Carnegie, Henry Ford, Estee Lauder y Thomas Watson Jr., y por líderes más recientes como Boone Pickens, Carl Icahn, Victor Kiam, Lee Iacoca y Jack Welch.
Con este valiosísimo texto, el empresario de hoy dispone de herramientas para progresar en todo emprendimiento comercial y, al mismo tiempo, conservar la individualidad en un mundo cada vez más homogeneizado.
Un líder verdadero no sólo sabe cómo afrontar una crisis inevitable sino que la disfruta; los líderes buscan el desafío y confían en una serie de valores y principios inviolables y cuando colapsan estos principios, los más capacitados encuentran una solución ética.
En The Book of Leadership Wisdom (John Wiley & Sons US$ 29,95), los grandes líderes aconsejan lo que se puede hacer para encarar emprendimientos exitosos.
Según Harold Geneen, el ejecutivo que da órdenes a los gritos y espera que sus subordinados obedezcan al pie de la letra no es líder.
El verdadero liderazgo requiere de otro tipo de cualidades; un líder debe inspirar creatividad y trabajo intenso y los subordinados, temerosos de levantar a los superiores en cólera, tendrán miedo de intentar algo que pueda fallar.
Por el contrario, seguirán las órdenes al pie de la letra y no intentarán usar la imaginación.
Y, para peor, los mejores y más brillantes empleados tendrán como único objetivo: irse de la empresa.
Por eso, para fomentar la creatividad y el trabajo intenso, un líder debe tratar a los subordinados con respeto y confianza; el respeto no implica renunciar a las responsabilidades de liderazgo.
Para formar y liderar una empresa ética, es aconsejable intentar uno de los dos métodos que utiliza el CEO de Levi Strauss & Co., Robert Haas: el primer método consiste en redactar reglas que definan un comportamientos éticos y, luego, verificar que los empleados los cumplan; el segundo método habla de definir una serie de valores centrales que utilice todo empleado y gerente para moldear el comportamiento y tomar decisiones.
Esta empresa diseñó un código de reglas que incluía desde dar cuenta de las acciones y posibles conflictos de interés hasta contratar empleados y manejar temas como pagos inapropiados, regalos y favores.
También estableció seis principios éticos: honestidad, cumplimiento de promesas, justicia, respeto, compasión e integridad.
Cuando una empresa no tiene problemas, no hace falta ninguna habilidad excepcional para dirigirla, decía Paul Getty; el verdadero líder aparece en los momentos de crisis y adversidad.
En el libro, se recomienda no paralizarse ante los problemas, no rendirse ni entrar en pánico, mantener la racionalidad, pelear con coraje y prepararse para problemas futuros, examinar la situación y evaluar la línea de acción posible y no actuar con indecisión
Un buen hombre (o mujer) de negocios dirige la empresa con orden y consideración hacia los demás.
Los mejores líderes muestran decisión e imaginación, pero nunca precipitación; son resueltos, pero siempre calmos y cuidadosos, lo importante es recordar que, como dice el libro, “el ataque es la mejor defensa”.
En síntesis, este libro aconseja que un líder tenga visión de futuro, contrate personas creativas y energéticas, y cree una cultura de negocio y estructura organizativa, que cumplan con las necesidades de los clientes de la empresa.
