EE.UU.: El talle 8 dejó de ser normal

Cuando se analicen en EE.UU, los resultados de una masiva toma de medidas, es muy probable que cambie la percepción de lo que es “el talle normal”. Sólo 10% de las voluntarias tiene cuerpo que cabe en un talle 8, el “normal” en Estados Unidos.

28 noviembre, 2003

En septiembre se presentaron los últimos 10.800 voluntarios (hombres y mujeres) para someter su cuerpo a un escaneo con luz blanca realizado en un probador de tienda en uno de los más grandes centros comerciales de Nueva York. A los voluntarios les ofrecían US$ 20 en efectivo, un bono por US$ 25 o algún regalo en compensación por su molestia y su tiempo.

La razón de ese procedimiento es verificar si el actual sistema de talles de fábrica – 8, 12, 14, etc., que presupone que el talle 8 es el talle de la mayoría de las mujeres del país – se corresponde o no con la realidad.

La encuesta denominada Size USA (US$ 1 millón) es un proyecto de la Textile Clothing Technology Corporation, o TC2 un grupo industrial de investigación auspiciado por el Departamento de Comercio y empresas privadas, entre las que se encuentran grandes casas minoristas que hacen ropa con su marca.

Esta nueva tecnología mapea la imagen humana y registra cada detalle desde la axila hasta la ingle, que es el sector del cuerpo que más importa para asegurar un calce perfecto. El software desarrollado por TC2 extrae cientos de mediciones por cada dato individual.

Jim Lovejoy, director del proyecto, todavía no reveló los resultados preliminares, pero sí dejó caer una bomba: de las 4.000 mujeres incluidas en la encuesta, menos de 10% encajan en la definición del talle 8 establecido por la ASTM International, anteriormente la American society for Testing and Materials, que desarrolla los estándares a través del consenso de la industria para productos, sistemas y servicios. Sin embargo, la distribución de talles se basa en la idea que el talle 8 es el que más se acerca al punto medio de la gama de tamaños de la mujer estadounidense. Algunas empresas, que perciben que los estándares son obsoletas, ya comenzaron a mover la línea de base al talle 10.

La encuesta tiene como objetivo reemplazar sospechas con hechos.
Y las datos parecen indicar que los americanos se han vuelto más altos y más pesados, pero el peso aumenta más que la altura, con el resultado de que las proporciones corporales ya no encajan con als especificaciones fijadas hace décadas.

En septiembre se presentaron los últimos 10.800 voluntarios (hombres y mujeres) para someter su cuerpo a un escaneo con luz blanca realizado en un probador de tienda en uno de los más grandes centros comerciales de Nueva York. A los voluntarios les ofrecían US$ 20 en efectivo, un bono por US$ 25 o algún regalo en compensación por su molestia y su tiempo.

La razón de ese procedimiento es verificar si el actual sistema de talles de fábrica – 8, 12, 14, etc., que presupone que el talle 8 es el talle de la mayoría de las mujeres del país – se corresponde o no con la realidad.

La encuesta denominada Size USA (US$ 1 millón) es un proyecto de la Textile Clothing Technology Corporation, o TC2 un grupo industrial de investigación auspiciado por el Departamento de Comercio y empresas privadas, entre las que se encuentran grandes casas minoristas que hacen ropa con su marca.

Esta nueva tecnología mapea la imagen humana y registra cada detalle desde la axila hasta la ingle, que es el sector del cuerpo que más importa para asegurar un calce perfecto. El software desarrollado por TC2 extrae cientos de mediciones por cada dato individual.

Jim Lovejoy, director del proyecto, todavía no reveló los resultados preliminares, pero sí dejó caer una bomba: de las 4.000 mujeres incluidas en la encuesta, menos de 10% encajan en la definición del talle 8 establecido por la ASTM International, anteriormente la American society for Testing and Materials, que desarrolla los estándares a través del consenso de la industria para productos, sistemas y servicios. Sin embargo, la distribución de talles se basa en la idea que el talle 8 es el que más se acerca al punto medio de la gama de tamaños de la mujer estadounidense. Algunas empresas, que perciben que los estándares son obsoletas, ya comenzaron a mover la línea de base al talle 10.

La encuesta tiene como objetivo reemplazar sospechas con hechos.
Y las datos parecen indicar que los americanos se han vuelto más altos y más pesados, pero el peso aumenta más que la altura, con el resultado de que las proporciones corporales ya no encajan con als especificaciones fijadas hace décadas.

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