Disney saca DVD descartable
Algunos expertos en marketing se preguntan si la última idea de los estudios Disney no arruinará el futuro de un segmento hoy estrella. Se trata de un DVD descartable llamado EZ-D- para competir con quienes alquilan películas.
Hasta ahora, el auge del DVD -videodisco digital- obedecía a dos motivos
muy distintos: (a) es el soporte más duradero, (b) goza de mucha demanda
entre públicos de altos ingresos. Desde agosto o septiembre, el primer
factor correrá peligro porque, para competir con Blockbuster y otras firmas
especializadas en alquiler de DVD, los estudios Disney ofrecerán películas
"con vencimiento". Parte de esta innovación responde a una sorda
puja entre productores de imágenes (los estudios) y cadenas de alquiler,
que suelen ofrecer un video o un DVD gratis por cada tres o cuatro que se arrienden
durante determinado lapso.
Los futuros EZ-D no serán realmente descartables, sino efímeros,
o sea con vencimiento programado. La diferencia es sencilla: una aguja descartable
sigue siendo aguja luego de usada, pero un EZ-D dejará de operar como
tal en un par de días. En el mejor estilo de "Misión imposible",
abrir la cubierta plástica al vacío gatillará un proceso
que, en apenas 48 horas, eliminará la señal digital. O sea, el
contenido. Esto crea incógnitas de marketing: ¿cuánta gente
comprará una película que deba ver en el lapso de dos días?
¿y si uno quiere verla varias veces o prestarla a amigos? ¿no
se limita la libertad del consumidor para disponer de algo que ha pagado y le
pertenece? Ni siquiera algo tan inestable como el yogurt tiene una vida tan
corta.
El recurso no es nuevo pero, hasta ahora, sólo se lo aplicaba en ediciones
promocionales. MGM lo hizo con dos filmes de James Bond, serie Pierce Brosnan.
Por las dudas, Disney comercializará cuatro películas mediocres,
a ver qué pasa. El precio será un poco superior al de un alquiler,
aunque el EZ-D no incluya los contenidos adicionales de un DVD común.
La novedad, por otra parte, está pensada para países centrales,
dado que en el resto del mundo, con pocas excepciones- el público no
tiene ingresos adecuados para la compra masiva de equipos, DVD y, mucho menos,
sus efímeros sustitutos.
Hasta ahora, el auge del DVD -videodisco digital- obedecía a dos motivos
muy distintos: (a) es el soporte más duradero, (b) goza de mucha demanda
entre públicos de altos ingresos. Desde agosto o septiembre, el primer
factor correrá peligro porque, para competir con Blockbuster y otras firmas
especializadas en alquiler de DVD, los estudios Disney ofrecerán películas
"con vencimiento". Parte de esta innovación responde a una sorda
puja entre productores de imágenes (los estudios) y cadenas de alquiler,
que suelen ofrecer un video o un DVD gratis por cada tres o cuatro que se arrienden
durante determinado lapso.
Los futuros EZ-D no serán realmente descartables, sino efímeros,
o sea con vencimiento programado. La diferencia es sencilla: una aguja descartable
sigue siendo aguja luego de usada, pero un EZ-D dejará de operar como
tal en un par de días. En el mejor estilo de "Misión imposible",
abrir la cubierta plástica al vacío gatillará un proceso
que, en apenas 48 horas, eliminará la señal digital. O sea, el
contenido. Esto crea incógnitas de marketing: ¿cuánta gente
comprará una película que deba ver en el lapso de dos días?
¿y si uno quiere verla varias veces o prestarla a amigos? ¿no
se limita la libertad del consumidor para disponer de algo que ha pagado y le
pertenece? Ni siquiera algo tan inestable como el yogurt tiene una vida tan
corta.
El recurso no es nuevo pero, hasta ahora, sólo se lo aplicaba en ediciones
promocionales. MGM lo hizo con dos filmes de James Bond, serie Pierce Brosnan.
Por las dudas, Disney comercializará cuatro películas mediocres,
a ver qué pasa. El precio será un poco superior al de un alquiler,
aunque el EZ-D no incluya los contenidos adicionales de un DVD común.
La novedad, por otra parte, está pensada para países centrales,
dado que en el resto del mundo, con pocas excepciones- el público no
tiene ingresos adecuados para la compra masiva de equipos, DVD y, mucho menos,
sus efímeros sustitutos.
