Defender la propiedad intelectual

Proteger la propiedad intelectual será más difícil y más crítico para el éxito de la empresa. En todo el mundo, los países tratarán de fortalecer la protección de sus patentes como una herramienta para el desarrollo económico.

28 noviembre, 2000

El peso de las pruebas, sin embargo, recaerá sobre el poseedor de la patente pues los legisladores internacionales se dedicarán a asegurar la innovación continua.

En el año 2005, los innovadores de la India contarán con la protección de nuevas leyes para sus patentes que el gobierno espera incentivarán la investigación inteligente y uniones transitorias en industrias de alta tecnología, especialmente farmacéuticas.

Mientras tanto, motivada por un deseo de impulsar la investigación, la Comisión Europea anunció planes para una patente comunitaria para proteger las invenciones.

La comunidad europea de empresas dio la bienvenida a la noticia: actualmente las patentes son válidas solamente en el país en el que se emiten, hecho que según muchos asfixia el proceso de innovación.

El Senado de los Estados Unidos considerará sancionar leyes que acerquen a la legislación de patentes de los Estados Unidos a la de Japón y Europa, donde las solicitudes de patentes se publican antes de su aprobación, permitiendo que los competidores tengan una oportunidad para prever el desarrollo de los productos.

Mientras los gobiernos tratan de analizar los grandes temas de política, los tribunales se ocupan de los temas legales diarios a medida que todas las empresas buscan proteger todo, desde ideas a genes humanos.

En el otoño de 1999, Amazon.com llevó a la corte a Barnesandnoble.com por utilizar los métodos y sistemas de pedido online 1-click de Amazon sobre el cual la empresa tiene la patente.

Amazon sostuvo que le llevó seis meses y 3.500 horas hombre desarrollar esta tecnología y que debido a una gran inversión realizada, la empresa tiene derecho a obtener los beneficios de su innovación.

Los representantes de Barnesandnoble.com aseguraron que la técnica resultaba obvia y que no había sido única; dos de las tres normas de patentamiento internacionalmente aceptadas. El tercer criterio es que la invención debe ser útil.

¿Es una idea, un modelo comercial o un diseño de producto único? Esta es la pregunta crítica que se formulará una y otra vez. A medida que los gobiernos emitan más patentes por innovaciones de alta tecnología, estos temas legales serán cada vez más comunes.

Mientras empresas, universidades y reparticiones gubernamentales corren furiosamente para decodificar y patentar los genes que forman el ADN, se sucederán más desacuerdos.

Los opositores aseguran que nadie puede ser dueño del secreto de la vida. Algunos sostienen que todos los datos reunidos sobre el ADN deben estar a disposición de cualquiera que quiera utilizarlos para cualquier propósito.

Aquellos que han invertido millones de dólares en el proyecto del Genoma Humano insisten en cualquier gen que tiene una propiedad específica, como el que permite que una persona desarrolle un cáncer, una enfermedad cardiaca o diabetes, debe ser patentado por el individuo o la compañía que hizo el descubrimiento.

Por supuesto, no es el gen el que tiene valor. El valor está en los productos médicos que pueden desarrollarse para modificar un gen e impedir el desarrollo del cáncer, la enfermedad cardiaca, la diabetes o cualquier otra enfermedad, estado o característica.

Finalmente, se esgrime un argumento de bien público. Curiosamente, los líderes de esa opinión son grandes empresas farmacéuticas que se agruparon para compartir información sobre el genoma humano y la convierten en precompetitiva.

En otras palabras, ninguno de ellas puede patentar la información, solamente los productos que resulten del uso de esa información.

Proteger la propiedad intelectual es crítico para conservar la ventaja competitiva de una compañía. Además, la innovación exige acceso abierto a los procesos de investigación y a la información que resulta.

Las preguntas que se formulan hoy con respecto al patentamiento de genes, ideas y modelos de negocio llevarán a nuevos sistemas y productos diseñados para promulgar la generación de ideas mientras protege a quienes las originaron.

Toda una nueva generación de empresas evolucionará a partir de la necesidad de rastrear la herencia de productos de nueva tecnología.

El peso de las pruebas, sin embargo, recaerá sobre el poseedor de la patente pues los legisladores internacionales se dedicarán a asegurar la innovación continua.

En el año 2005, los innovadores de la India contarán con la protección de nuevas leyes para sus patentes que el gobierno espera incentivarán la investigación inteligente y uniones transitorias en industrias de alta tecnología, especialmente farmacéuticas.

Mientras tanto, motivada por un deseo de impulsar la investigación, la Comisión Europea anunció planes para una patente comunitaria para proteger las invenciones.

La comunidad europea de empresas dio la bienvenida a la noticia: actualmente las patentes son válidas solamente en el país en el que se emiten, hecho que según muchos asfixia el proceso de innovación.

El Senado de los Estados Unidos considerará sancionar leyes que acerquen a la legislación de patentes de los Estados Unidos a la de Japón y Europa, donde las solicitudes de patentes se publican antes de su aprobación, permitiendo que los competidores tengan una oportunidad para prever el desarrollo de los productos.

Mientras los gobiernos tratan de analizar los grandes temas de política, los tribunales se ocupan de los temas legales diarios a medida que todas las empresas buscan proteger todo, desde ideas a genes humanos.

En el otoño de 1999, Amazon.com llevó a la corte a Barnesandnoble.com por utilizar los métodos y sistemas de pedido online 1-click de Amazon sobre el cual la empresa tiene la patente.

Amazon sostuvo que le llevó seis meses y 3.500 horas hombre desarrollar esta tecnología y que debido a una gran inversión realizada, la empresa tiene derecho a obtener los beneficios de su innovación.

Los representantes de Barnesandnoble.com aseguraron que la técnica resultaba obvia y que no había sido única; dos de las tres normas de patentamiento internacionalmente aceptadas. El tercer criterio es que la invención debe ser útil.

¿Es una idea, un modelo comercial o un diseño de producto único? Esta es la pregunta crítica que se formulará una y otra vez. A medida que los gobiernos emitan más patentes por innovaciones de alta tecnología, estos temas legales serán cada vez más comunes.

Mientras empresas, universidades y reparticiones gubernamentales corren furiosamente para decodificar y patentar los genes que forman el ADN, se sucederán más desacuerdos.

Los opositores aseguran que nadie puede ser dueño del secreto de la vida. Algunos sostienen que todos los datos reunidos sobre el ADN deben estar a disposición de cualquiera que quiera utilizarlos para cualquier propósito.

Aquellos que han invertido millones de dólares en el proyecto del Genoma Humano insisten en cualquier gen que tiene una propiedad específica, como el que permite que una persona desarrolle un cáncer, una enfermedad cardiaca o diabetes, debe ser patentado por el individuo o la compañía que hizo el descubrimiento.

Por supuesto, no es el gen el que tiene valor. El valor está en los productos médicos que pueden desarrollarse para modificar un gen e impedir el desarrollo del cáncer, la enfermedad cardiaca, la diabetes o cualquier otra enfermedad, estado o característica.

Finalmente, se esgrime un argumento de bien público. Curiosamente, los líderes de esa opinión son grandes empresas farmacéuticas que se agruparon para compartir información sobre el genoma humano y la convierten en precompetitiva.

En otras palabras, ninguno de ellas puede patentar la información, solamente los productos que resulten del uso de esa información.

Proteger la propiedad intelectual es crítico para conservar la ventaja competitiva de una compañía. Además, la innovación exige acceso abierto a los procesos de investigación y a la información que resulta.

Las preguntas que se formulan hoy con respecto al patentamiento de genes, ideas y modelos de negocio llevarán a nuevos sistemas y productos diseñados para promulgar la generación de ideas mientras protege a quienes las originaron.

Toda una nueva generación de empresas evolucionará a partir de la necesidad de rastrear la herencia de productos de nueva tecnología.

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