De la organización al individuo

Desde que el elemento clave del crecimiento es la capacidad intelectual, cada vez más personas optan por la actividad independiente. Y eso genera nuevas oportunidades.

10 junio, 2000

Ahora que la clave del crecimiento económico no es más el tamaño del negocio sino la capacidad intelectual que lo motoriza, cada vez son más los individuos que se apartan de la tradicional carrera dentro de una organización para optar por la actividad independiente.

Esto quiere decir que deciden asumir la responsabilidad de su propia carrera, ya sea eligiendo el camino del entrepreneur o un camino libre dentro de la estructura empresarial.

Como entrepreneurs, los agentes independientes identificarán y aprovecharán nuevos mercados en el siglo XXI y muy probablemente su ejemplo tentará a aquellos colegas con energía y seguridad en sí mismos.

Como empleados, serán innovadores y dedicados mientras puedan trabajar en un ambiente que los aliente a pensar por sí mismos y los premie generosamente.

Los trabajadores independientes harán del talento un producto que se compra y se vende en el mercado libre.

Según la publicación Fast Company, casi 25 millones de trabajadores estadounidenses están en la categoría de trabajadores independientes, sea por autoempleo, por contratación independiente o por trabajos temporarios.

Si además incluimos profesionales de medio tiempo, el número se duplica.

Y ahora las filas de los agentes independientes se expanden hacia Europa, un continente donde los mercados del trabajo regulado comienzan a abrir paso a una nueva era de flexibilidad.

Por lo menos tres tipos de negocios se beneficiarán con la tendencia:

• Redes de apoyo al trabajador independiente. Por todas partes brotan empresas cuyo objetivo es dar al trabajador independiente las bondades de la empresa: hardware y software, soporte administrativo, oportunidades de networking (o sea el tendido de las redes de influencias y conexiones útiles), etc.

Una de las primeras en apresurarse a atender las necesidades de este grupo cada vez más grande fue Kinkos. La cadena, que brindaba servicios de fotocopiado, ahora incluye también los de teleconferencias, diseño y edición.

• Intermediarios de conocimiento. Está apareciendo un mercado para la compraventa de talento independiente. En ese nuevo entorno, que ya cuenta con reglas propias, se puede encontrar personal especializado, desde creadores de software hasta médicos.

Aparecen entonces los agentes de talento. M2, una firma de California, ofrece a las empresas su experiencia en provisión de personal gerencial especializado.

Los requisitos mínimos: 10 años de exitosa experiencia y el compromiso de respetar el modo de vida del trabajador independiente.

• Empresas que fomentan el espíritu del entrepreneur. Aquel contrato social tan paternalista de “usted trabaja para mí y yo cuido de usted” se está transformando en “trabajamos juntos y nos cuidamos mutuamente”.

Con la escasa oferta en el mercado de trabajo, hoy muchas empresas advierten que la mejor forma de retener a los empleados talentosos y ambiciosos es alentarlos a actuar en forma independiente, o sea, a desarrollar nuevas ideas y obtener una porción justa de las ganancias.

Es decir que las oportunidades estarán en:

• Venta de equipos e insumos para la pequeña oficina/oficina hogareña.

• Agentes de talento profesional.

• Programas de educación y capacitación para entrepreneurs.

• Realización de trámites y diligencias personales a profesionales.

El crecimiento del trabajo independiente cambiará para siempre la relación empleador-empleado.

El empleo de por vida en una sola empresa abrirá paso a un nuevo contrato en el que los empleadores brindarán los recursos para que los trabajadores contribuyan con su experiencia hasta tanto la relación sea satisfactoria para ambas partes.

La escasez de oferta en el mercado de trabajo continuará obligando a los empleadores a ser cada vez más creativos en el diseño de los paquetes de remuneración que atraen y mantienen a los trabajadores. En el futuro los empleados pedirán más tiempo libre.
A medida que el individuo se convierte en la unidad económica más poderosa, florece la customización masiva.

En los viejos tiempos, conocer al cliente significaba tener una vaga noción de las edades, ingresos y niveles de educación de la gente que compraba los productos. Uno se destacaba entre la competencia diferenciando sus productos.

Hoy, conocer al cliente significa no sólo tener una definición exacta de cada una de esas categorías, sino también usar esa información para atender los gustos individuales de cada cliente. Uno se destaca de la competencia diferenciando a sus clientes.

La tendencia se llama customización masiva, y se refiere a productos, servicios y mensajes de marketing creados masivamente pero adaptados a los individuos que los compran o reciben.

Algunos ejemplos.

Dell Computer ensambla computadoras según las especificaciones exactas de cada cliente.

Levi’s fabrica vaqueros según las medidas exactas de cada cliente.

Amazon.com envía por e-mail recordatorios a sus clientes, pero cada uno de esos mensajes varía según los autores y temas favoritos de esas personas, para instarlos a comprar cada vez más libros.

Curiosamente, la tecnología convierte a la customización en algo a la vez posible y necesario.

El diseño y la fabricación por computadora (CAD/CAM), la Internet, la inteligencia artificial, la entrega justo a tiempo y todas las variantes de sistemas interconectados hacen posible y barato fabricar masivamente productos y servicios customizados (adaptados a la necesidad de un cliente en particular).

Y el temor cada vez más grande de que la tecnología esté creando una sociedad alienada hace que la gente ande a la búsqueda de algo que la diferencia de los demás, que la ponga en control del mundo que la rodea y no al revés.

Aunque eso requiera de la tecnología para lograrse.

Ahora que la clave del crecimiento económico no es más el tamaño del negocio sino la capacidad intelectual que lo motoriza, cada vez son más los individuos que se apartan de la tradicional carrera dentro de una organización para optar por la actividad independiente.

Esto quiere decir que deciden asumir la responsabilidad de su propia carrera, ya sea eligiendo el camino del entrepreneur o un camino libre dentro de la estructura empresarial.

Como entrepreneurs, los agentes independientes identificarán y aprovecharán nuevos mercados en el siglo XXI y muy probablemente su ejemplo tentará a aquellos colegas con energía y seguridad en sí mismos.

Como empleados, serán innovadores y dedicados mientras puedan trabajar en un ambiente que los aliente a pensar por sí mismos y los premie generosamente.

Los trabajadores independientes harán del talento un producto que se compra y se vende en el mercado libre.

Según la publicación Fast Company, casi 25 millones de trabajadores estadounidenses están en la categoría de trabajadores independientes, sea por autoempleo, por contratación independiente o por trabajos temporarios.

Si además incluimos profesionales de medio tiempo, el número se duplica.

Y ahora las filas de los agentes independientes se expanden hacia Europa, un continente donde los mercados del trabajo regulado comienzan a abrir paso a una nueva era de flexibilidad.

Por lo menos tres tipos de negocios se beneficiarán con la tendencia:

• Redes de apoyo al trabajador independiente. Por todas partes brotan empresas cuyo objetivo es dar al trabajador independiente las bondades de la empresa: hardware y software, soporte administrativo, oportunidades de networking (o sea el tendido de las redes de influencias y conexiones útiles), etc.

Una de las primeras en apresurarse a atender las necesidades de este grupo cada vez más grande fue Kinkos. La cadena, que brindaba servicios de fotocopiado, ahora incluye también los de teleconferencias, diseño y edición.

• Intermediarios de conocimiento. Está apareciendo un mercado para la compraventa de talento independiente. En ese nuevo entorno, que ya cuenta con reglas propias, se puede encontrar personal especializado, desde creadores de software hasta médicos.

Aparecen entonces los agentes de talento. M2, una firma de California, ofrece a las empresas su experiencia en provisión de personal gerencial especializado.

Los requisitos mínimos: 10 años de exitosa experiencia y el compromiso de respetar el modo de vida del trabajador independiente.

• Empresas que fomentan el espíritu del entrepreneur. Aquel contrato social tan paternalista de “usted trabaja para mí y yo cuido de usted” se está transformando en “trabajamos juntos y nos cuidamos mutuamente”.

Con la escasa oferta en el mercado de trabajo, hoy muchas empresas advierten que la mejor forma de retener a los empleados talentosos y ambiciosos es alentarlos a actuar en forma independiente, o sea, a desarrollar nuevas ideas y obtener una porción justa de las ganancias.

Es decir que las oportunidades estarán en:

• Venta de equipos e insumos para la pequeña oficina/oficina hogareña.

• Agentes de talento profesional.

• Programas de educación y capacitación para entrepreneurs.

• Realización de trámites y diligencias personales a profesionales.

El crecimiento del trabajo independiente cambiará para siempre la relación empleador-empleado.

El empleo de por vida en una sola empresa abrirá paso a un nuevo contrato en el que los empleadores brindarán los recursos para que los trabajadores contribuyan con su experiencia hasta tanto la relación sea satisfactoria para ambas partes.

La escasez de oferta en el mercado de trabajo continuará obligando a los empleadores a ser cada vez más creativos en el diseño de los paquetes de remuneración que atraen y mantienen a los trabajadores. En el futuro los empleados pedirán más tiempo libre.
A medida que el individuo se convierte en la unidad económica más poderosa, florece la customización masiva.

En los viejos tiempos, conocer al cliente significaba tener una vaga noción de las edades, ingresos y niveles de educación de la gente que compraba los productos. Uno se destacaba entre la competencia diferenciando sus productos.

Hoy, conocer al cliente significa no sólo tener una definición exacta de cada una de esas categorías, sino también usar esa información para atender los gustos individuales de cada cliente. Uno se destaca de la competencia diferenciando a sus clientes.

La tendencia se llama customización masiva, y se refiere a productos, servicios y mensajes de marketing creados masivamente pero adaptados a los individuos que los compran o reciben.

Algunos ejemplos.

Dell Computer ensambla computadoras según las especificaciones exactas de cada cliente.

Levi’s fabrica vaqueros según las medidas exactas de cada cliente.

Amazon.com envía por e-mail recordatorios a sus clientes, pero cada uno de esos mensajes varía según los autores y temas favoritos de esas personas, para instarlos a comprar cada vez más libros.

Curiosamente, la tecnología convierte a la customización en algo a la vez posible y necesario.

El diseño y la fabricación por computadora (CAD/CAM), la Internet, la inteligencia artificial, la entrega justo a tiempo y todas las variantes de sistemas interconectados hacen posible y barato fabricar masivamente productos y servicios customizados (adaptados a la necesidad de un cliente en particular).

Y el temor cada vez más grande de que la tecnología esté creando una sociedad alienada hace que la gente ande a la búsqueda de algo que la diferencia de los demás, que la ponga en control del mundo que la rodea y no al revés.

Aunque eso requiera de la tecnología para lograrse.

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