Casas y electrodomésticos inteligentes

El concepto de la casa inteligente viene dando vueltas más o menos desde que existe la computadora, o tal vez de antes, desde la primera vez que alguien pensó en mecanizar las tareas domésticas. Sin embargo, salvo para los acaudalados y fanáticos de las computadoras, el público común no tenía los medios para pagar por tales características y, de poseerlos, no tenía idea de cómo configurar u operar los equipos. Fue por eso que hasta hace poco el concepto permaneció en eso, en concepto.

Ahora es distinto. Las empresas altamente tecnologizadas de hoy desarrollan formas sencillas y económicas para conectar entre sí los más novedosos equipos digitales. Más aún, están haciendo que las operaciones sean tan fáciles que, para que funcionen sus equipos, absolutamente compatibles entre sí, bastará con enchufarlos en el toma-corrientes. Se acerca la casa inteligente completamente en red.

Todos coinciden en que el deseo del consumidor de compartir el acceso a Internet entre las varias computadoras de una casa le dio a la industria informática el envión que necesitaba para hallar soluciones y trabajar en conjunto. Hoy, más de 40 millones de hogares tienen computadora, un tercio de ellos tienen más de una. A medida que los precios se reducen más y más, se multiplican de manera impresionante los hogares que tienen computadora.

Paralelamente, hay módems cada vez más veloces y económicos, aparte de la difusión de las líneas telefónicas. Las redes hogareñas pueden hacer ahorrar a las familias cientos de dólares por año en periféricos tales como impresoras, módems, zips, líneas telefónicas y cuentas de Internet. A medida que millones de profesionales se suman a las legiones de trabajadores desde sus hogares a tiempo completo o a medio tiempo, la demanda de sistemas de redes de computación fáciles de usar se acelera.

En una muestra de buen sentido común poco frecuente dentro del extraordinariamente competitivo mundo de la informática, un consorcio de empresas denominado Phoneline Networking Alliance acordó el desarrollo de una primera generación de sistemas de redes telefónicas y virtuales basado en la tecnología Home Run de Tut Systems. El convenio asegurará al usuario que los equipos de distintas compañías podrán comunicarse entre sí. Como el sistema Home Run usa tecnología Ethernet corriente no es caro, aumentando el costo de una PC sólo en unos U$$ 50.

Por supuesto, al depender de las líneas telefónicas, estos sistemas tienen algunas limitaciones: deben estar ubicados cerca de enchufes telefónicos, por ejemplo. Algunas empresas buscan alternativas inalámbricas de conexión. Aunque se busca un consenso, aún no se ha logrado una normativa que unifique el sistema y muchos productos no pueden trabajar juntos. También se está experimentando con la conexión de computadoras y equipos domésticos en red por medio de tomas de electricidad y de televisión por cable.

Por supuesto que al compartir los periféricos, los costos relacionados con computadoras y video juegos se abaratan y las PC adquieren un mayor valor dentro del seno de la diversión familiar, sin embargo, el Santo Grial de los sistemas de redes domésticos sigue siendo que la utilidad de los electrodomésticos digitales crezca de manera exponencial, es decir, hacer que las casas sean inteligentes.

Desde hace una década, los electrodomésticos son cada vez más inteligentes. Se puede hacer que ellos trabajen juntos y las posibilidades serán infinitas.

– El fabricante italiano Merloni Electronics desarrolla una línea de electrodomésticos que se intercomunican vía Internet. Hay un horno inteligente que baja recetas de la red y está equipado con instrucciones de cocción activadas a control remoto.

– Philips Electronics acaba de presentar Ambi, que usa sistemas de conexión inalámbricos para transformar televisores en un segundo o tercer monitor que pueden ser usados aún cuando otra persona esté trabajando en la computadora de la casa.

– V-Syne Technology, de Japón, desarrolló el prototipo de un refrigerador con un procesador Pentium II y disco duro. Se controla (e ingresa a Internet) tocando un monitor.

– Dispositivos compatibles conectados con el software Plug & Play Universal de Microsoft se configuran entre sí. Una cámara, por ejemplo, podría “descubrir” y usar un impresor en red sin que “se le diga” donde está en el sistema. Es más, no sería necesario que el usuario tenga una PC o Windows para que el sistema funcione.

– El software Jini, de Sun Microsystems, también puede unirse a una red y configurarse automáticamente. Jini se basa en la tecnología Java pero no requiere de un sistema operativo o procesador específico.

– Motorola se unió al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) para crear dispositivos digitales más personalizados y capaces de trabajar en red. La empresa donó US$ 5.000 millones para la construcción y equipamiento del laboratorio del ADN digital, donde se le enseñará a los electrodomésticos a entender lo que quiere el usuario y a comunicarse entre ellos para anticipar su respuesta.

El concepto de la casa inteligente viene dando vueltas más o menos desde que existe la computadora, o tal vez de antes, desde la primera vez que alguien pensó en mecanizar las tareas domésticas. Sin embargo, salvo para los acaudalados y fanáticos de las computadoras, el público común no tenía los medios para pagar por tales características y, de poseerlos, no tenía idea de cómo configurar u operar los equipos. Fue por eso que hasta hace poco el concepto permaneció en eso, en concepto.

Ahora es distinto. Las empresas altamente tecnologizadas de hoy desarrollan formas sencillas y económicas para conectar entre sí los más novedosos equipos digitales. Más aún, están haciendo que las operaciones sean tan fáciles que, para que funcionen sus equipos, absolutamente compatibles entre sí, bastará con enchufarlos en el toma-corrientes. Se acerca la casa inteligente completamente en red.

Todos coinciden en que el deseo del consumidor de compartir el acceso a Internet entre las varias computadoras de una casa le dio a la industria informática el envión que necesitaba para hallar soluciones y trabajar en conjunto. Hoy, más de 40 millones de hogares tienen computadora, un tercio de ellos tienen más de una. A medida que los precios se reducen más y más, se multiplican de manera impresionante los hogares que tienen computadora.

Paralelamente, hay módems cada vez más veloces y económicos, aparte de la difusión de las líneas telefónicas. Las redes hogareñas pueden hacer ahorrar a las familias cientos de dólares por año en periféricos tales como impresoras, módems, zips, líneas telefónicas y cuentas de Internet. A medida que millones de profesionales se suman a las legiones de trabajadores desde sus hogares a tiempo completo o a medio tiempo, la demanda de sistemas de redes de computación fáciles de usar se acelera.

En una muestra de buen sentido común poco frecuente dentro del extraordinariamente competitivo mundo de la informática, un consorcio de empresas denominado Phoneline Networking Alliance acordó el desarrollo de una primera generación de sistemas de redes telefónicas y virtuales basado en la tecnología Home Run de Tut Systems. El convenio asegurará al usuario que los equipos de distintas compañías podrán comunicarse entre sí. Como el sistema Home Run usa tecnología Ethernet corriente no es caro, aumentando el costo de una PC sólo en unos U$$ 50.

Por supuesto, al depender de las líneas telefónicas, estos sistemas tienen algunas limitaciones: deben estar ubicados cerca de enchufes telefónicos, por ejemplo. Algunas empresas buscan alternativas inalámbricas de conexión. Aunque se busca un consenso, aún no se ha logrado una normativa que unifique el sistema y muchos productos no pueden trabajar juntos. También se está experimentando con la conexión de computadoras y equipos domésticos en red por medio de tomas de electricidad y de televisión por cable.

Por supuesto que al compartir los periféricos, los costos relacionados con computadoras y video juegos se abaratan y las PC adquieren un mayor valor dentro del seno de la diversión familiar, sin embargo, el Santo Grial de los sistemas de redes domésticos sigue siendo que la utilidad de los electrodomésticos digitales crezca de manera exponencial, es decir, hacer que las casas sean inteligentes.

Desde hace una década, los electrodomésticos son cada vez más inteligentes. Se puede hacer que ellos trabajen juntos y las posibilidades serán infinitas.

– El fabricante italiano Merloni Electronics desarrolla una línea de electrodomésticos que se intercomunican vía Internet. Hay un horno inteligente que baja recetas de la red y está equipado con instrucciones de cocción activadas a control remoto.

– Philips Electronics acaba de presentar Ambi, que usa sistemas de conexión inalámbricos para transformar televisores en un segundo o tercer monitor que pueden ser usados aún cuando otra persona esté trabajando en la computadora de la casa.

– V-Syne Technology, de Japón, desarrolló el prototipo de un refrigerador con un procesador Pentium II y disco duro. Se controla (e ingresa a Internet) tocando un monitor.

– Dispositivos compatibles conectados con el software Plug & Play Universal de Microsoft se configuran entre sí. Una cámara, por ejemplo, podría “descubrir” y usar un impresor en red sin que “se le diga” donde está en el sistema. Es más, no sería necesario que el usuario tenga una PC o Windows para que el sistema funcione.

– El software Jini, de Sun Microsystems, también puede unirse a una red y configurarse automáticamente. Jini se basa en la tecnología Java pero no requiere de un sistema operativo o procesador específico.

– Motorola se unió al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) para crear dispositivos digitales más personalizados y capaces de trabajar en red. La empresa donó US$ 5.000 millones para la construcción y equipamiento del laboratorio del ADN digital, donde se le enseñará a los electrodomésticos a entender lo que quiere el usuario y a comunicarse entre ellos para anticipar su respuesta.