Big Mac y un aviso bien logrado

McDonald’s apeló a la ironía para publicitar su Big Mac y consiguió colocarse en el centro de los comentarios. Mandó estocadas a diestra y siniestra y todos los aludidos reaccionaron. El aviso logró el objetivo máximo: convertirse en noticia.

21 enero, 2002

El aviso gráfico publicado por McDonald´s el domingo, día de San Sebastián (14 de febrero, día de los enamorados), en los diarios italianos, causó estupor:

La imagen ofrece un “Big Mac” en el centro, adonde apuntan ocho flechas (según el mito, Sebastián fue matado por nueve flechazos), con las siguientes leyendas en sentido del reloj:

– Para ciertos sociólogos, son causa principal de disgregación en el hogar.
– Para los fanáticos de la comida lenta, son Satanás en persona (NB: alude a Giacomo Mojoli, del movimiento Slow Food)
– Para una notoria sacerdotisa del No-Logo (NB: la canadiense Naomi Klein, autora del libro homónimo), son el alma perversa de la globalización.
– Durante 2001, ha alimentado 220 millones de veces a gente de cualquier sexo, raza, lengua y religión.
– Para los periodistas, siempre son excelente excusa para notas de color.
– Para cierto teólogo (NB: el católico Massimo Salani), son signo del ateísmo que hace zozobrar a la civilización occidental.
– Para la gente de Seattle, son una cómoda bandera ideológica.
– Para un refinadísimo líder izquierdista, son “la moderna reencarnación de la explotación proletaria” (NB: Fausto Bertinotti, de Rifondazione Comunista, que tiene problemas en el frenillo).

Por supuesto, ese día y el siguiente, los aludidos reaccionaron según el estilo de cada uno, pero el más enojado –por razones obvias- era el político con problemas de frenillo, en tanto el teólogo se limitó a “orar para que San Sebastián ilumine a estos publicitarios”. Por su parte, Alfredo Pratolongo –gerente de comunicaciones de MacDonald’s Italia, se mostró satisfecho porque “hemos logrado el impacto buscado y transmitimos el mensaje que queríamos. Esta vez, apelamos a la ironía”. El aviso fue la comidilla dentro y fuera de Italia.

El aviso gráfico publicado por McDonald´s el domingo, día de San Sebastián (14 de febrero, día de los enamorados), en los diarios italianos, causó estupor:

La imagen ofrece un “Big Mac” en el centro, adonde apuntan ocho flechas (según el mito, Sebastián fue matado por nueve flechazos), con las siguientes leyendas en sentido del reloj:

– Para ciertos sociólogos, son causa principal de disgregación en el hogar.
– Para los fanáticos de la comida lenta, son Satanás en persona (NB: alude a Giacomo Mojoli, del movimiento Slow Food)
– Para una notoria sacerdotisa del No-Logo (NB: la canadiense Naomi Klein, autora del libro homónimo), son el alma perversa de la globalización.
– Durante 2001, ha alimentado 220 millones de veces a gente de cualquier sexo, raza, lengua y religión.
– Para los periodistas, siempre son excelente excusa para notas de color.
– Para cierto teólogo (NB: el católico Massimo Salani), son signo del ateísmo que hace zozobrar a la civilización occidental.
– Para la gente de Seattle, son una cómoda bandera ideológica.
– Para un refinadísimo líder izquierdista, son “la moderna reencarnación de la explotación proletaria” (NB: Fausto Bertinotti, de Rifondazione Comunista, que tiene problemas en el frenillo).

Por supuesto, ese día y el siguiente, los aludidos reaccionaron según el estilo de cada uno, pero el más enojado –por razones obvias- era el político con problemas de frenillo, en tanto el teólogo se limitó a “orar para que San Sebastián ilumine a estos publicitarios”. Por su parte, Alfredo Pratolongo –gerente de comunicaciones de MacDonald’s Italia, se mostró satisfecho porque “hemos logrado el impacto buscado y transmitimos el mensaje que queríamos. Esta vez, apelamos a la ironía”. El aviso fue la comidilla dentro y fuera de Italia.

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