Bertelsmann desafía a Google, pero ¿su modelo será adecuado?
Christoph Mohn, heredero del conglomerado alemán, propone una alianza en la web para hacer frente a Google. Pero se inspira en Airbus, justamente cuando ésta se debate en una crisis y es un conventillo.
“Los grupos económicos europeos deben crecer, si no quieren sucumbir a sus rivales norteamericanos. Esto vale también en materia de tecnología y medios”, ha declarado en un encuentro sectorial Mohn. Acto seguido, propuso un “modelo anti Google, basado en el de European air, defence & space (Eads), o sea Airbus”.
El directivo aludía a la alianza francogermana, sin parar mientes en que ésta se halla hoy en plena crisis, justamente por su rasgo clave: la dirección bicéfala. Poco antes, Mohn explicaba su idea en el “Financial times”, basada en “una asociación más flexible que Lycos, la compañía multinacional de Internet”.
A su criterio, “las empresas de medios o servicios que gravitan en la Red, las nanotecnológicas y la biotecnológicas son demasiado pequeñas para enfrentarse con los gigantes transatlánticos”. Máxime cuando se trata de competir en su propio ámbito, Estados Unidos-Canadá. Por ende, Mohn propone formas de alianza similares a la de Airbus, pero lo hace en un momento políticamente errado.
No obstante, una “estrategia paneuropea en un plano tecnológico múltiple” resulta esencial. Así lo muestra Quaero, el motor de búsquedas formado por Siemens, Deutsche Telekom, Thomson y France Télécom, con inversiones por € 1,700 millones. De paso, una iniciativa que la prensa norteamericana y local ha pasado completamente por alto.
El eje francoalemán combina firmas privadas con cierto control estatal, una filosofía común en Europa occidental desde los tiempos de Otto von Bismark y la “Zollverein” de 1864. Por supuesto, la idea enardece a los apóstoles de la globalización de mercados financieros y, por razones históricas, a británicos y norteamericanos. En este plano, Mohn cometió un error táctico al mencionar Airbus.
Quaero tiene mejores posibilidades como modelo, pero su meta no es sólo resistir a Google, sino armar algo más completa, apto para competir mundialmente, centrada en Internet. Pero, antes, debiera desecharse toda alusión al fiasco de Eads-Airbus, le ha sugerido DT a Mohn, para evitar conflictos en el seno de un management binacional.
“Los grupos económicos europeos deben crecer, si no quieren sucumbir a sus rivales norteamericanos. Esto vale también en materia de tecnología y medios”, ha declarado en un encuentro sectorial Mohn. Acto seguido, propuso un “modelo anti Google, basado en el de European air, defence & space (Eads), o sea Airbus”.
El directivo aludía a la alianza francogermana, sin parar mientes en que ésta se halla hoy en plena crisis, justamente por su rasgo clave: la dirección bicéfala. Poco antes, Mohn explicaba su idea en el “Financial times”, basada en “una asociación más flexible que Lycos, la compañía multinacional de Internet”.
A su criterio, “las empresas de medios o servicios que gravitan en la Red, las nanotecnológicas y la biotecnológicas son demasiado pequeñas para enfrentarse con los gigantes transatlánticos”. Máxime cuando se trata de competir en su propio ámbito, Estados Unidos-Canadá. Por ende, Mohn propone formas de alianza similares a la de Airbus, pero lo hace en un momento políticamente errado.
No obstante, una “estrategia paneuropea en un plano tecnológico múltiple” resulta esencial. Así lo muestra Quaero, el motor de búsquedas formado por Siemens, Deutsche Telekom, Thomson y France Télécom, con inversiones por € 1,700 millones. De paso, una iniciativa que la prensa norteamericana y local ha pasado completamente por alto.
El eje francoalemán combina firmas privadas con cierto control estatal, una filosofía común en Europa occidental desde los tiempos de Otto von Bismark y la “Zollverein” de 1864. Por supuesto, la idea enardece a los apóstoles de la globalización de mercados financieros y, por razones históricas, a británicos y norteamericanos. En este plano, Mohn cometió un error táctico al mencionar Airbus.
Quaero tiene mejores posibilidades como modelo, pero su meta no es sólo resistir a Google, sino armar algo más completa, apto para competir mundialmente, centrada en Internet. Pero, antes, debiera desecharse toda alusión al fiasco de Eads-Airbus, le ha sugerido DT a Mohn, para evitar conflictos en el seno de un management binacional.
