Alvin Toffler conversa sobre la riqueza revolucionaria

A más de 30 años de la publicación del polémico libro Future Shock, muchas de cuyas predicciones fueron convalidadas por la realidad, Alvin Toffler – ahora con su mujer Heidi – hablan con Strategy + Business sobre el conocimiento como activo.

26 enero, 2007

En 1970 Toffler dijo en Future Shock que los años que vendrían estarían marcados por sobrecarga de información y una aceleración del cambio tecnológico que provocaría una conmoción social semejante a una enfermedad mental. A treinta años de eso se comprueba no sólo la confiabilidad de las profecías sino lo maravilloso de la síntesis. No siempre puede decirse tal cosa de las predicciones.

En el último libro — Revolutionary Wealth (2006), escrito en colaboración con su mujer Heidi – la idea central es que la actividad económica se realiza mediante procesos que no implican intercambio de moneda contante y sonante. El surgimiento de este sistema de riqueza no monetaria, dicen, es una revolución que afectará a todo el planeta.

En conversación con S+B, Toffler habló sobre uno de los temas que toca en su libro: el conocimiento como un activo “no rival”, o sea que no disminuye porque mucha gente lo use.

“Las empresas en todo el mundo están tratando de poner un precio a ciertas formas de propiedad intelectual. Pero si, como decimos, el conocimiento está en el corazón de la economía monetaria, entonces debemos comprender el conocimiento mucho mejor de lo que lo hacemos. Hay un pasaje en Revolutionary Wealth que presenta las 10 maneras en que el conocimiento difiere de los demás recursos con los que estamos acostumbrados a trabajar. Por ejemplo, el conocimiento es inherentemente no-rival. Usted y millones de otras personas pueden usar la misma porción de conocimiento sin disminuirlo un ápice. Es no lineal. Un análisis diminuto puede dar enormes resultados. Los estudiantes de Stanford Jerry Yang y David Filo comenzaron Yahoo simplemente categorizando sus sitios predilectos. A Fred Smith, mientras todavía era estudiante, se le ocurrió la idea que en una economía acelerada, la gente estaría dispuesta a pagar más por obtener velocidad – y fundó Federal Express. El conocimiento es promiscuo. Se asocia con otro conocimiento. Y cuanto más hay, más numerosas y variadas las posibles combinaciones. Y puede ser guardado en espacios cada vez más pequeños. Toshiba entró al Guinness World Records en 2004 con una disquetera para computadora más pequeña que una estampilla. Pronto tendremos almacenamiento a nanoescala, que se mide en billonésimas de un metro.

En 1970 Toffler dijo en Future Shock que los años que vendrían estarían marcados por sobrecarga de información y una aceleración del cambio tecnológico que provocaría una conmoción social semejante a una enfermedad mental. A treinta años de eso se comprueba no sólo la confiabilidad de las profecías sino lo maravilloso de la síntesis. No siempre puede decirse tal cosa de las predicciones.

En el último libro — Revolutionary Wealth (2006), escrito en colaboración con su mujer Heidi – la idea central es que la actividad económica se realiza mediante procesos que no implican intercambio de moneda contante y sonante. El surgimiento de este sistema de riqueza no monetaria, dicen, es una revolución que afectará a todo el planeta.

En conversación con S+B, Toffler habló sobre uno de los temas que toca en su libro: el conocimiento como un activo “no rival”, o sea que no disminuye porque mucha gente lo use.

“Las empresas en todo el mundo están tratando de poner un precio a ciertas formas de propiedad intelectual. Pero si, como decimos, el conocimiento está en el corazón de la economía monetaria, entonces debemos comprender el conocimiento mucho mejor de lo que lo hacemos. Hay un pasaje en Revolutionary Wealth que presenta las 10 maneras en que el conocimiento difiere de los demás recursos con los que estamos acostumbrados a trabajar. Por ejemplo, el conocimiento es inherentemente no-rival. Usted y millones de otras personas pueden usar la misma porción de conocimiento sin disminuirlo un ápice. Es no lineal. Un análisis diminuto puede dar enormes resultados. Los estudiantes de Stanford Jerry Yang y David Filo comenzaron Yahoo simplemente categorizando sus sitios predilectos. A Fred Smith, mientras todavía era estudiante, se le ocurrió la idea que en una economía acelerada, la gente estaría dispuesta a pagar más por obtener velocidad – y fundó Federal Express. El conocimiento es promiscuo. Se asocia con otro conocimiento. Y cuanto más hay, más numerosas y variadas las posibles combinaciones. Y puede ser guardado en espacios cada vez más pequeños. Toshiba entró al Guinness World Records en 2004 con una disquetera para computadora más pequeña que una estampilla. Pronto tendremos almacenamiento a nanoescala, que se mide en billonésimas de un metro.

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