Agotamiento, respeto y cultura empresarial

Un nuevo estudio de la Wharton School (Universidad de Pennsylvania), señala que el elemento que más contribuye al síndrome del “burn out” no es el exceso de trabajo sino lo que el trabajador percibe como falta de respeto.

5 enero, 2007

El ensayo firmado por los profesores Lakshmi Ramarajan y Sigal Barsade, concluye que con más frecuencia de lo que se sabía hasta ahora, no es el trabajo realizado el que provoca el síndrome del “burn out” sino la propia organización de la empresa.

El agotamiento físico y emocional en el trabajo ( un síndrome conocido en inglés como “burn-out”) genera diferentes grados de despersonalización y bajo rendimiento personal. Entre sus síntomas más evidentes aparece la actitud negativa y una baja valoración por la tarea desempeñada. El síndrome tiene también repercusiones físicas — estrés, cansancio y malestar general – que redundan negativamente en el funcionamiento de las empresas.

“Una de las mayores dificultades con las que se encuentra el trabajador es que no es suficientemente reconocido por la empresa. Cuando no se siente reconocido, respetado y valorado, los índices de “burn-out” suben, afirma Sigal Barsade.

La cultura empresarial juega un papel clave en este fenómeno. El estudio afirma que los empleados empiezan a identificarse con la empresa tan pronto como se sienten parte de ella, por lo que cuanto más respetados se sientan como miembros de un grupo, más fácilmente sentirán esa identificación.

El respeto es el medio a través del cual el trabajador se arraiga en su puesto y siente que lo que hace es algo significativo. Por el contrario, si observa que sus compañeros no son respetados, se llega al consenso de que la empresa no trata bien a la gente y desaparece ese arraigo.

Es interesante la forma en que, según el estudio, aparece el síntoma de agotamiento emocional. Uno de las formas es, por ejemplo, cuando el trabajador que se siente menospreciado debe esconder ante sus clientes sus verdaderos sentimientos hacia la empresa.

El impacto de la falta de respeto es más fuerte cuando el trabajador siente que no tiene autonomía a la hora de realizar su función. Este descubrimiento confirma la hipótesis de los investigadores respecto a la importancia de la autonomía, que según ellos funciona como válvula de escape y aplaca el estrés.

Para controlar este problema, los autores recomiendan contratar gente que no muestre tendencia a estresarse en el trabajo. También sugieren cambiar la forma de encarar el trabajo para disminuir las exigencias. En tercer lugar creen que si el fenómeno ocurre en la empresa con por lo menos algunos empleados, será momento de repensar toda la cultura empresarial. “Las empresas deben preguntarse si sus valores, incluida la manera en que se trata a los empleados, influyen en la forma de trabajar”, afirma Barsade.

El ensayo firmado por los profesores Lakshmi Ramarajan y Sigal Barsade, concluye que con más frecuencia de lo que se sabía hasta ahora, no es el trabajo realizado el que provoca el síndrome del “burn out” sino la propia organización de la empresa.

El agotamiento físico y emocional en el trabajo ( un síndrome conocido en inglés como “burn-out”) genera diferentes grados de despersonalización y bajo rendimiento personal. Entre sus síntomas más evidentes aparece la actitud negativa y una baja valoración por la tarea desempeñada. El síndrome tiene también repercusiones físicas — estrés, cansancio y malestar general – que redundan negativamente en el funcionamiento de las empresas.

“Una de las mayores dificultades con las que se encuentra el trabajador es que no es suficientemente reconocido por la empresa. Cuando no se siente reconocido, respetado y valorado, los índices de “burn-out” suben, afirma Sigal Barsade.

La cultura empresarial juega un papel clave en este fenómeno. El estudio afirma que los empleados empiezan a identificarse con la empresa tan pronto como se sienten parte de ella, por lo que cuanto más respetados se sientan como miembros de un grupo, más fácilmente sentirán esa identificación.

El respeto es el medio a través del cual el trabajador se arraiga en su puesto y siente que lo que hace es algo significativo. Por el contrario, si observa que sus compañeros no son respetados, se llega al consenso de que la empresa no trata bien a la gente y desaparece ese arraigo.

Es interesante la forma en que, según el estudio, aparece el síntoma de agotamiento emocional. Uno de las formas es, por ejemplo, cuando el trabajador que se siente menospreciado debe esconder ante sus clientes sus verdaderos sentimientos hacia la empresa.

El impacto de la falta de respeto es más fuerte cuando el trabajador siente que no tiene autonomía a la hora de realizar su función. Este descubrimiento confirma la hipótesis de los investigadores respecto a la importancia de la autonomía, que según ellos funciona como válvula de escape y aplaca el estrés.

Para controlar este problema, los autores recomiendan contratar gente que no muestre tendencia a estresarse en el trabajo. También sugieren cambiar la forma de encarar el trabajo para disminuir las exigencias. En tercer lugar creen que si el fenómeno ocurre en la empresa con por lo menos algunos empleados, será momento de repensar toda la cultura empresarial. “Las empresas deben preguntarse si sus valores, incluida la manera en que se trata a los empleados, influyen en la forma de trabajar”, afirma Barsade.

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