Acuerdan el retiro del CEO de Blockbuster

John F. Antioco, director ejecutivo de Blockbuster, quien desde hace dos años vivía al tira y afloje con otros directores de la compañía sobre el monto del bonus que pretendía, aceptó dejar el cargo a finales de año.

21 marzo, 2007

Antioco recibirá un bono correspondiente al año 2006 de US$ 3,1 millones y una indemnización de alrededor de US$ 5 millones. El pago total resulta muy inferior a lo que Antioco reclamaba y el retiro se produce dos años antes de expirar su contrato.

Blockbuster dijo ayer que la suma de US$3.1 millones del bono del 2006 es igual a la mitad de lo que Antioco reclamaba, pero US$ 772.500 más de lo que el directorio le había ofrecido en enero. El acuerdo pone punto final a dos años de batalla sobre estilos gerenciales y de choque de personalidades. Los problemas comenzaron cuando el financista Carl C. Icanhn, miembro del directorio y uno de sus más grandes accionistas, objetó los US$ 51,5 millones que Antioco pedía como paquete remuneratorio, mientras la compañía atravesaba una seria crisis financiera.

La discusión se convirtió en alerta temprana en el movimiento por cambiar la forma de remunerar a los ejecutivos de empresa y llegó en un momento a separar por un tiempo a Antioco de la presidencia del directorio. En su reemplazo asumió Icahn y dos de sus aliados en la mesa directiva.

El CEO está al frente de la compañía (con sede en Dallas) desde hace diez años y según el contrato mantendría su cargo hasta 2009. Pero su relación con la mesa directiva se tensó aun más en enero cuando le dieron un bono de US$ 2,3 millones por 2006. Antioco argumentó que, según lo que la compañía había dicho que sería la estructura de su bono para ese año, a esa cantidad le faltaban otros US$ 5,4 millones.

El directorio contestó que no le daría nada si él cuestionaba el bono. Durante las últimas seis semanas, ambas partes trataron de lograr un acuerdo y evitar el plano judicial.

El acuerdo al que llegaron — que fue aprobado por el directorio de Blockbuster y firmado por Antioco el lunes, tiene algo para satisfacer a todas las partes. Al pagarle un bono inferior en términos porcentuales al que recibieron otros empleados de la compañía, el directorio muestra su disconformidad con el desempeño laboral del director ejecutivo. Por su parte, Antioco se irá de la compañía en sus propios términos y evita de ese modo ventilar el asunto en los tribunales.

Un punto de fricción fue la indemnización que pedía Antioco. Según los términos de su contrato, tenía derecho a US$ 13,5 millones si lo separaban del cargo “sin causa o si renunciaba por una buena razón”. Así consta en los papeles de la compañía que obran en poder de la Securities and Exchange Commission.

Icahn se negaba a darle semejante cantidad. Esta semana dijo en una entrevista a la prensa que se oponía a las indemnizaciones grandes porque cree que erosionan la contabilidad. Antioco, por su parte, se negó a hacer comentarios.

Antioco recibirá un bono correspondiente al año 2006 de US$ 3,1 millones y una indemnización de alrededor de US$ 5 millones. El pago total resulta muy inferior a lo que Antioco reclamaba y el retiro se produce dos años antes de expirar su contrato.

Blockbuster dijo ayer que la suma de US$3.1 millones del bono del 2006 es igual a la mitad de lo que Antioco reclamaba, pero US$ 772.500 más de lo que el directorio le había ofrecido en enero. El acuerdo pone punto final a dos años de batalla sobre estilos gerenciales y de choque de personalidades. Los problemas comenzaron cuando el financista Carl C. Icanhn, miembro del directorio y uno de sus más grandes accionistas, objetó los US$ 51,5 millones que Antioco pedía como paquete remuneratorio, mientras la compañía atravesaba una seria crisis financiera.

La discusión se convirtió en alerta temprana en el movimiento por cambiar la forma de remunerar a los ejecutivos de empresa y llegó en un momento a separar por un tiempo a Antioco de la presidencia del directorio. En su reemplazo asumió Icahn y dos de sus aliados en la mesa directiva.

El CEO está al frente de la compañía (con sede en Dallas) desde hace diez años y según el contrato mantendría su cargo hasta 2009. Pero su relación con la mesa directiva se tensó aun más en enero cuando le dieron un bono de US$ 2,3 millones por 2006. Antioco argumentó que, según lo que la compañía había dicho que sería la estructura de su bono para ese año, a esa cantidad le faltaban otros US$ 5,4 millones.

El directorio contestó que no le daría nada si él cuestionaba el bono. Durante las últimas seis semanas, ambas partes trataron de lograr un acuerdo y evitar el plano judicial.

El acuerdo al que llegaron — que fue aprobado por el directorio de Blockbuster y firmado por Antioco el lunes, tiene algo para satisfacer a todas las partes. Al pagarle un bono inferior en términos porcentuales al que recibieron otros empleados de la compañía, el directorio muestra su disconformidad con el desempeño laboral del director ejecutivo. Por su parte, Antioco se irá de la compañía en sus propios términos y evita de ese modo ventilar el asunto en los tribunales.

Un punto de fricción fue la indemnización que pedía Antioco. Según los términos de su contrato, tenía derecho a US$ 13,5 millones si lo separaban del cargo “sin causa o si renunciaba por una buena razón”. Así consta en los papeles de la compañía que obran en poder de la Securities and Exchange Commission.

Icahn se negaba a darle semejante cantidad. Esta semana dijo en una entrevista a la prensa que se oponía a las indemnizaciones grandes porque cree que erosionan la contabilidad. Antioco, por su parte, se negó a hacer comentarios.

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