lunes, 8 de diciembre de 2025

Pagos fraccionados y morosidad en expensas aumentan en edificios de Buenos Aires

Administradores y especialistas advierten que cerca del 20% de los habitantes porteños afronta problemas para pagar expensas. La tendencia afecta tanto a consorcios de clase media como baja, profundizando la morosidad y los conflictos internos en los edificios.

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Casi uno de cada cinco residentes de la Ciudad de Buenos Aires enfrenta dificultades para cumplir con el pago de expensas, según administradores y especialistas en Propiedad Horizontal. El incremento de la morosidad y la acumulación de problemas en los consorcios han convertido las reuniones de propietarios en espacios de discusión intensa.

En barrios de clase media y baja, el pago de expensas en cuotas se ha vuelto habitual. Este mecanismo no responde a planes de financiación formales, sino a la imposibilidad de afrontar montos elevados. En este contexto, muchos vecinos optan por “pagos fraccionados” como muestra de voluntad de cumplimiento, aunque no logren cubrir el total exigido.

Martín Eliçagaray, especialista en Tecnología aplicada a la Propiedad Horizontal y fundador de Simple Solutions, detalla que “la morosidad en el pago de expensas ronda entre un 15 y 20% cuando antes rondaba el 10%”. Además, señala la baja participación en reuniones de consorcio, con asistencia limitada de propietarios y un clima marcado por tensiones derivadas de la disparidad económica. Según Eliçagaray, “los mantenimiento preventivos ya no es el mismo para ascensores o fachada y se va postergando todo”.

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La situación impacta también en los administradores, que deben mantener los edificios en regla para conservar la matrícula profesional, mientras los consorcios enfrentan dificultades similares.

Los conflictos internos van desde ruidos molestos y disputas por mascotas, hasta el uso de áreas comunes como SUM, pileta o quinchos. En edificios con amenities, la asignación de turnos y reservas se transforma en motivo frecuente de discordia.

La seguridad adquiere relevancia, con la sustitución de porteros tradicionales por sistemas digitales o vigilancia tercerizada. Estos cambios generan tensiones gremiales y debates sobre accesos y mantenimiento. El aumento de alquileres temporarios mediante plataformas digitales obliga además a reforzar los controles de ingreso.

La suba constante de expensas y la baja participación en asambleas derivan en decisiones poco consensuadas y conflictos judiciales.

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