La Fundación Tejido Urbano difundió su último informe sobre la evolución de las condiciones de vida en hogares urbanos de Argentina entre 2016 y 2025, tomando como base los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC. El estudio abarca indicadores referidos a calidad habitacional, servicios públicos, hábitat, tenencia, salud y educación.
En cuanto al hacinamiento, la proporción de hogares sin esta problemática aumentó de 83,1% a 86,1% en el período analizado. Los hogares con hacinamiento descendieron de 14,2% a 12,0%, y aquellos con hacinamiento crítico bajaron de 2,7% a 1,8%. En términos absolutos, la cantidad de hogares con hacinamiento crítico se redujo de 240.000 a 183.000.
Respecto a la calidad de los materiales de la vivienda, el informe indica que la proporción de hogares con materiales considerados suficientes pasó de 80,6% a 81,5%, mientras que los hogares con materiales insuficientes disminuyeron de 7,1% a 5,7%.
El acceso a servicios públicos también registró variaciones: la proporción de hogares con agua potable de red subió de 89,4% a 90,6% y el acceso a desagües cloacales de red creció de 70,1% a 73,1%. Sin embargo, el acceso a gas de red descendió de 71,4% a 65,7%.
En relación al entorno, se redujo la proporción de hogares ubicados cerca de basurales (de 7,1% a 5,1%) y en zonas inundables (de 11,2% a 9,0%).
El régimen de tenencia evidenció una baja en la proporción de hogares propietarios de la vivienda y el terreno, de 67,3% a 61,1%, mientras que el porcentaje de hogares inquilinos aumentó de 17,7% a 20,7%.
En materia de salud, la cobertura médica por obra social o prepaga se redujo de 68,8% a 66,5%, en paralelo con un incremento de la dependencia del sistema público de salud, que pasó de 31,0% a 33,3%.
Por último, la asistencia escolar en la población en edad educativa subió de 94,4% a 97,9%, al tiempo que el clima educativo del hogar mostró una mejora: los hogares con clima Muy Alto, Alto y Medio pasaron de 47,2% a 61,7%, según lo informado por la entidad.
El informe de la Fundación Tejido Urbano concluye que estos indicadores reflejan una evolución positiva en la calidad de vida urbana durante el período considerado.












