El mercado inmobiliario argentino atraviesa una etapa en la que los bancos restringen el acceso a créditos hipotecarios, dificultando la adquisición de propiedades. Como respuesta, los principales desarrolladores han comenzado a ofrecer alternativas de financiamiento directo a sus clientes, una estrategia que incluye cuotas fijas en dólares y sin interés.
De acuerdo con Pablo Barrera, team leader y gerente comercial de Alto Grande Desarrollos y M & M Propiedades, el proceso electoral reciente ha impactado negativamente en el sector crediticio. Esta situación generó que numerosas entidades bancarias endurecieran sus condiciones o suspendieran la oferta de préstamos hipotecarios.
Barrera explicó que, frente a este escenario, las desarrolladoras inmobiliarias optan por implementar esquemas de financiamiento directo para quienes desean invertir en bienes raíces. Bajo este modelo, los inversores pueden acceder a propiedades mediante pagos en dólares, lo que permite resguardar el valor de su capital en un entorno de inflación y volatilidad.
La protección del capital es uno de los aspectos destacados por Barrera, quien señaló: “Lo que protege al inversor es contar con activos reales”. En ese sentido, el directivo remarcó que el mercado inmobiliario mantiene su solidez frente a la fluctuación de otros instrumentos financieros, como bonos y acciones.
El directivo también subrayó la versatilidad del inmueble como activo. “El inmueble no solo conserva capital, sino que ofrece usos múltiples. Un departamento puede venderse, alquilarse, habitarse o destinarse a distintas funciones. En definitiva, brinda seguridad y tangibilidad. Es un activo que está, que se ve y que siempre ofrece una alternativa”, afirmó Barrera.
La tendencia actual apunta a que el financiamiento directo se consolida como herramienta clave para mantener la dinámica del mercado inmobiliario ante la falta de crédito bancario, según la visión de especialistas del sector.












