La expansión de la inteligencia artificial está generando una nueva ola de demanda energética global, y Schneider Electric advierte que para sostener este crecimiento es necesario impulsar una revolución eléctrica y digital que combine infraestructura más robusta, eficiente y sostenible.
Según datos difundidos por la compañía, actualmente los centros de datos consumen cerca del uno por ciento de la energía mundial. De cara a 2030, esta demanda podría superar los 1.600 TWh anuales, casi el doble que en 2020. Además, se prevé que seis de cada diez nuevos data centers se construirán específicamente para soportar aplicaciones de inteligencia artificial, lo que incrementará los requerimientos de potencia, refrigeración y estabilidad de red.
Noelia Miranda, directora de Secure Power para Argentina, Paraguay y Uruguay de Schneider Electric, explicó: “La inteligencia artificial está redefiniendo el progreso, pero su crecimiento no puede sostenerse con la infraestructura del pasado. Si la digitalización fue la primera ola, la electrificación inteligente representa la segunda, siendo el puente que une innovación y sostenibilidad. En Schneider Electric impulsamos esta revolución eléctrica, basada en la convergencia entre electricidad y digitalización que nos permite anticipar cada pico de demanda y reducir drásticamente las emisiones sin frenar el desarrollo”.
De acuerdo al estudio Data Center of the Future 2024 de Schneider Electric, en los próximos cinco años se sumarán más de 150 GW de capacidad global, con las cargas de trabajo de inteligencia artificial representando el 36% del total hacia 2030. Frente a este escenario, la empresa presentó nuevas soluciones, como diseños “AI Ready” desarrollados junto a NVIDIA, sistemas avanzados de refrigeración líquida, gestión inteligente y UPS de última generación.
Entre las tecnologías destacadas figuran EcoStruxure IT y Cooling Optimize, que aplican inteligencia artificial para monitorear y optimizar el consumo eléctrico; Galaxy VXL UPS, que reduce hasta 31% las emisiones de CO₂ durante el ciclo de vida; e infraestructura modular y escalable que permite integrar fuentes renovables y crecer según la demanda real.
Schneider Electric sostiene que la electrificación inteligente será el motor que permita que la inteligencia artificial crezca sin comprometer los objetivos climáticos.
