En los hogares argentinos, la heladera puede llegar a consumir hasta el 24% de la energía eléctrica mensual, de acuerdo con información provista por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Este aparato permanece en funcionamiento las 24 horas, todos los días, por lo que constituye uno de los principales focos para la aplicación de medidas de eficiencia energética.
La reducción de metros cuadrados en viviendas y la integración de cocinas han impulsado la demanda de electrodomésticos compactos sin resignar capacidad ni funcionalidad. Marcas como Electrolux desarrollan modelos que buscan responder a esta tendencia, con heladeras de diseño angosto en formatos como multidoor y bottom freezer.
La tecnología Inverter, incorporada en estos productos, permite mantener una temperatura interna constante y evita los picos de consumo típicos de los compresores tradicionales. Esta innovación facilita un ahorro energético sostenido, un funcionamiento más silencioso y una mejor conservación de los alimentos, al reducir las oscilaciones bruscas de frío.
Entre los modelos destacados se encuentra la heladera multidoor IM7S, que ofrece más de 500 litros de capacidad en 70 cm de ancho, y el modelo IB6S, con 400 litros en solo 60 cm. Ambas alternativas integran funciones de ajuste automático de temperatura, cajones para preservar frutas y verduras, y compartimentos adaptables a distintos alimentos, optimizando así cada centímetro disponible.
La tecnología AutoSense, exclusiva de Electrolux, utiliza sensores inteligentes para monitorear la temperatura interna y ajustar el funcionamiento ante cambios mínimos, como la apertura de puertas o la incorporación de alimentos. Este mecanismo contribuye a mantener condiciones óptimas de conservación y a reducir el consumo energético.
“El ahorro energético puede comenzar con un cambio tan simple como elegir mejor. A veces, las grandes transformaciones empiezan por abrir una puerta. Incluso la de la heladera.”
