De acuerdo con un relevamiento realizado por Olivia, empresa global con presencia en más de diez países de Latinoamérica y España, el 68% de los gerentes de sistemas sostiene que las compañías locales solo adoptan procesos de innovación y transformación cuando perciben amenazas externas.
El estudio identifica que el 31% de los ejecutivos considera a la aparición de nuevas iniciativas de la competencia como el principal factor que motiva la innovación empresarial. En tanto, el veinte por ciento señala que los cambios se producen ante resultados comerciales inferiores a los previstos. Por otro lado, el diecisiete por ciento atribuye la decisión de innovar a crisis de contexto, como recesiones económicas o modificaciones regulatorias.
Ezequiel Kieczkier, CEO de Olivia, manifestó al respecto: “Este estudio confirma que muchas organizaciones están atrapadas en una cultura de reacción, donde la innovación se percibe como una respuesta a una amenaza y no como una estrategia continua de mejora y adaptación”.
El informe introduce el concepto de crisis mindset, desarrollado por Olivia, que refiere a la tendencia de las empresas de impulsar el cambio únicamente ante situaciones de urgencia. Según la entidad, superar esta lógica requiere adoptar una visión de futuro y procesos permanentes de adaptación.
Desde Olivia concluyeron que la adaptabilidad proactiva, entendida como la capacidad de identificar oportunidades antes de que se conviertan en amenazas, constituye un diferencial clave entre organizaciones que lideran el mercado y aquellas que buscan simplemente mantenerse operativas. En un entorno volátil, la innovación sostenida permite a las empresas reinventarse y crecer.
“La adaptabilidad proactiva, basada en la identificación de oportunidades antes de que se conviertan en amenazas, es un factor determinante para marcar la diferencia entre organizaciones que lideran y otras que simplemente intentan mantenerse a flote”, concluyeron desde Olivia.












