Toyota Argentina se convirtió en la primera compañía del país reconocida a nivel global por Schneider Electric por su reducción significativa de emisiones de dióxido de carbono (CO₂). La automotriz alcanzó un descenso del 57% en el periodo 2019-2023, opera con electricidad proveniente únicamente de fuentes renovables y aplicó soluciones digitales para optimizar la eficiencia energética en su planta de Zárate, provincia de Buenos Aires.
Este reconocimiento formó parte de los Sustainability Impact Awards 2025, una distinción internacional que premia a líderes en sustentabilidad y descarbonización. En su tercera edición, Schneider Electric destacó a siete socios, clientes y proveedores que impulsan la transición energética en sus operaciones y cadenas de valor. Toyota Argentina fue la única empresa nacional distinguida en esta oportunidad.
Reducción de emisiones y eficiencia energética
La automotriz logró reducir un 57% sus emisiones de CO₂ desde 2019 hasta 2023. Además, su operación se sostiene con electricidad 100% renovable, equivalente a 83 gigavatios hora anuales, generados a partir de fuentes eólicas y solares. Para mejorar el control y la eficiencia energética, se implementaron más de 200 medidores inteligentes de Schneider Electric en la planta de Zárate.
Marcela Romero, CEO de Schneider Electric para Argentina, Uruguay y Paraguay, sostuvo que “la sostenibilidad es una causa común que nos exige actuar en colaboración. Reconocer a Toyota Argentina, junto a empresas de India, Japón, Egipto, Alemania y Estados Unidos, refuerza el poder de la acción colectiva y de la innovación local”. Añadió que acompañar a la automotriz en su transición hacia un modelo productivo más limpio y eficiente es un avance relevante para el sector.
Producción y empleo en la planta de Zárate
Toyota Argentina es la firma que más vehículos produce y exporta en el país. En su planta de Zárate fabrica los modelos Hilux, SW4 y Hiace, los cuales se comercializan en 22 países de América Latina. La compañía emplea directamente a más de ocho mil personas y a unas 35 mil en su cadena de valor, que abarca autopartistas, concesionarios y otros proveedores vinculados.
Desde hace más de una década, la automotriz opera bajo los lineamientos del Desafío Ambiental Toyota 2050. Esta hoja de ruta establece seis objetivos orientados a eliminar las emisiones de carbono a lo largo del ciclo de vida del producto, reducir el consumo de agua y promover una economía circular basada en el reciclaje.
Prácticas sustentables en la planta
La planta de Zárate cuenta con paneles solares propios y utiliza energía de fuentes renovables externas. Recicla el 90% de los residuos generados en sus procesos productivos. Además, incluye tecnologías de bajo consumo energético, como iluminación LED y automatización de equipos. La reserva natural de 21 hectáreas dentro del predio está abierta a la comunidad, integrando la sustentabilidad con el entorno local.
Eduardo Kronberg, gerente general de Sustentabilidad de Toyota Argentina, afirmó que “este reconocimiento reafirma nuestro compromiso con una industria automotriz sustentable y alineada a los desafíos ambientales globales”. Agregó que la compañía trabaja en red con proveedores, concesionarios y comunidades para construir una operación cada vez más eficiente y responsable con el ambiente.
Otros premiados y contexto global
Además de Toyota Argentina, fueron distinguidas otras seis compañías de diferentes países: GetWorks (Japón), Magnom Properties (Egipto), Capgemini (India), Equinix (Estados Unidos), Tricolite (India) y Knorr-Bremse (Alemania). El premio resalta la electrificación, digitalización y eficiencia como motores clave de la transición energética a nivel global.
Este galardón se suma a un año en el que Schneider Electric fue elegida, por segundo año consecutivo, como la empresa más sostenible del mundo según el ranking elaborado por TIME y Statista.
Los Sustainability Impact Awards reconocen prácticas que contribuyen a la descarbonización y a la transformación digital de las operaciones industriales. El uso de medidores inteligentes, fuentes de energía renovable y tecnologías de eficiencia energética se destacan como estrategias centrales para reducir la huella ambiental.
