En el ámbito forestal internacional, la certificación de Cadena de Custodia PEFC se ha consolidado como requisito fundamental para acceder a mercados que priorizan la sostenibilidad y la trazabilidad. Actualmente, más de 294 millones de hectáreas en 49 países están certificadas bajo este esquema, sumando más de 29.800 empresas con cadena de custodia reconocida.
La certificación PEFC es considerada indispensable para operar con grandes cadenas, proyectos de construcción sostenible y compañías sujetas a normativas ambientales estrictas, como el EUDR europeo y el Lacey Act de Estados Unidos. En América Latina, y particularmente en Argentina, el desarrollo de la certificación aún es incipiente, aunque se identifica un potencial significativo de expansión.
Potencial de crecimiento regional
De acuerdo con el nuevo documento de PEFC Internacional, certificar apenas el 10 % de la superficie forestal comercializable en la región podría generar ingresos adicionales de decenas de millones de dólares y facilitar la entrada a contratos y licitaciones internacionales que exigen estándares de sostenibilidad.
La actualización de la guía incorpora definiciones armonizadas con regulaciones globales, clarificaciones sobre la propiedad legal en la subcontratación, indicadores para biodiversidad y hábitat en la evaluación de riesgos, mayores flexibilidades en auditorías y directrices claras para el uso de marcas PEFC en materiales certificados.
Enfoque técnico y capacitación
Desde su primera edición en 2022, el documento ha servido de referencia para empresas certificadas, auditores y organismos de certificación. Según el texto, la nueva versión busca “despejar dudas técnicas” y “allanar el camino para que más empresas puedan certificar y capitalizar el negocio detrás de la sostenibilidad”.
La guía será incorporada a los programas de formación de PEFC a nivel global, constituyendo una “invitación estratégica” para que empresas latinoamericanas accedan a mercados más exigentes y rentables, de acuerdo con la entidad.
El lanzamiento de esta segunda edición refuerza el papel de la certificación forestal en el comercio internacional y la competitividad empresarial.
