“Consideramos esencial que nuestro plan de expansión se base en pilares diversos, en los cuales el enfoque ESG atraviese de manera integral todas nuestras áreas de trabajo. Creemos firmemente que este enfoque, respaldado por estos pilares, es clave para generar un impacto positivo”, destaca Gustavo Castagnino, al considerar los desarrollos y políticas claves para impulsar una estrategia de sustentabilidad y ESG en el futuro. “El primer pilar es el de las finanzas sostenibles, porque cada vez son más las empresas que buscan generar un impacto sostenible positivo, en el que sus inversiones no tengan un sentido estrictamente financiero. Por otro lado, ofrecemos un conjunto de soluciones sustentables que se adaptan a las necesidades y desafíos energéticos de nuestra cartera de clientes. Operamos en el Mercado Eléctrico Mayorista a través de contratos de abastecimiento con CAMMESA y en el Mercado a Término de Energías Renovables (MATER), mediante contratos directos de venta de energía eléctrica a largo plazo (PPA) con grandes consumidores. Además, nos rige la idea de ser una operación respetuosa con el ambiente y de contribuir con la lucha contra el cambio climático. Otros de nuestros pilares son la identificación, reducción y compensación de emisiones, construcción de valor para nuestras comunidades, y el desarrollo de nuestra cadena de valor, bajo criterios de inclusión local, ambiental y social”.
El aporte de la tecnología
¿Qué impacto tienen las nuevas tecnologías en el impulso de la economía hacia prácticas más sostenibles?
La innovación es un factor clave para impulsar prácticas de impacto positivo. En este sentido, Genneia ya ha iniciado un camino hacia la integración de sistemas de inteligencia artificial como parte de la estrategia para mejorar continuamente la eficiencia en los centros de generación. Hoy el sector de la energía renovable se presenta como un terreno ideal para la aplicación de la inteligencia artificial. Hemos instalado sensores en todos nuestros activos, lo que nos permite recopilar datos en tiempo real y monitorearlos de manera remota desde nuestro Centro de Control de Operaciones en Pilar. Además, ante la posibilidad de eventos futuros, como condiciones climáticas severas o aumento de la actividad eléctrica y descargas atmosféricas, nuestros aerogeneradores más modernos están equipados con sistemas de protección contra rayos, que reducen significativamente el daño en las aspas y, por lo tanto, evitan su desactivación. Por otro lado, uno de los proyectos en los que apostamos por la innovación tecnológica fue el llevado adelante con Uali, una empresa que con sus drones detecta fallas de aerogeneradores de modo eficiente: sin detener las aspas, a menor costo y de forma certera. También estamos trabajando junto a Satellites On Fire, una plataforma argentina de detección temprana de incendios a través de satélites, cámaras e inteligencia artificial. El objetivo es brindar la plataforma al Refugio “La Esperanza”, de Fundación Patagonia Natural, para reducir la pérdida de biodiversidad provocada por incendios. El área monitoreada tiene un total de 28.637 hectáreas y, a través de la startup, se podrán detectar de manera temprana posibles incendios, facilitando la rápida movilización de recursos y una eficiente coordinación de equipos de respuesta de la Provincia de Chubut.
¿Qué expectativas existen en cuanto a la expansión y desarrollo de energías renovables en los próximos años?
Las energías renovables, como la eólica y la solar, desempeñan un papel crucial en la mitigación del cambio climático y tienen un gran potencial de crecimiento en Argentina. La crisis ambiental a escala global ha acelerado la necesidad de encontrar alternativas limpias para frenar el calentamiento global, por lo que es imprescindible lograr una mayor penetración de las energías renovables tanto en el mundo como en nuestro país. Recientemente, la demanda corporativa ha experimentado un crecimiento exponencial, inmersa en un formidable desafío de transición energética y reducción de la huella de carbono. Genneia cuenta hoy con más de 35 empresas del sector privado. Nuestra industria es un pilar fundamental para la descarbonización de la economía argentina, un paso inevitable para cumplir con los objetivos nacionales, alcanzar las metas empresariales y no perder mercados ni oportunidades de financiamiento.