El Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) reportó una reducción reciente en los indicadores del langostino patagónico, lo que reactivó el debate sobre las vedas, las Áreas Marinas Protegidas y la zonificación pesquera. El informe técnico señala que la disminución afecta variables utilizadas para abrir, cerrar y modular la actividad, sin causas concluyentes, y representa una señal de prudencia para el sector.
Milko Schvartzman, especialista en Conservación Marina, expresó: “Creo que este informe, con estas reducciones que ha habido, son una señal de alerta y sería bueno que sea leída por los tomadores de decisión”. El especialista remarcó que, en gestión pesquera, “llegar tarde suele ser más costoso que equivocarse por exceso de cautela”.
El langostino constituye una única población biológica, aunque su manejo se encuentra fragmentado entre Nación y provincias. Schvartzman advirtió: “Con el tema del langostino claramente está faltando una mejor coordinación entre las provincias y Nación… es un recurso que es una sola población y debe ser manejado como tal”.
Respecto a las herramientas de manejo, el informe y las declaraciones de Schvartzman destacan la utilidad de las vedas dinámicas por subáreas, a la vez que subrayan la necesidad de sumar Áreas Marinas Protegidas y una zonificación pesquera que ordene los usos y el esfuerzo según la sensibilidad ecológica.
El ciclo de vida corto y el rápido crecimiento del langostino exigen un monitoreo cercano y en tiempo real para ajustar las decisiones basadas en datos actualizados. Schvartzman enfatizó la importancia de priorizar las recomendaciones científicas y de aplicar un enfoque de stock único con protocolos claros y coordinación real entre las jurisdicciones.
El informe del INIDEP plantea que la sostenibilidad del langostino patagónico dependerá de la capacidad de respuesta basada en evidencia y coordinación efectiva entre los organismos competentes.












