viernes, 5 de diciembre de 2025

Greenpeace advierte sobre la situación crítica del yaguareté y la pérdida de hábitat en el Gran Chaco

En el Día del Yaguareté, la organización ambientalista alerta sobre la reducción de ejemplares y propone una estrategia integral para detener el avance del desmonte y la caza ilegal en la región chaqueña, donde la población enfrenta su mayor declive.

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El yaguareté, declarado Monumento Natural Nacional y considerado un indicador de la salud de los ecosistemas, atraviesa una reducción significativa de su población en Argentina. Según datos de Greenpeace, se estima que existen entre 250 y 300 ejemplares en todo el país, y menos de 20 en el Gran Chaco, donde la pérdida de hábitat, la fragmentación de los bosques y la caza ilegal configuran un escenario crítico.

Noemí Cruz, coordinadora de la campaña de bosques de Greenpeace Argentina, advirtió: “El yaguareté está en una situación desesperante”. Además, sostuvo: “Si no frenamos la destrucción de los bosques nativos, esta especie va a desaparecer para siempre del Gran Chaco”.

Entre los hechos que ilustran la fragilidad de la especie, la organización mencionó el caso de Acaí, una yaguareté liberada en el Parque Nacional El Impenetrable, cuya muerte es investigada por la Justicia federal. Asimismo, en 2025 se dictó una condena inédita en Formosa: cuatro personas recibieron penas de prisión por matar a un yaguareté y difundir imágenes, en el primer fallo de un tribunal oral que establece prisión efectiva por caza ilegal de la especie.

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En 2019, Greenpeace presentó un amparo ante la Corte Suprema de Justicia en representación de los últimos 20 yaguaretés estimados en el Gran Chaco, contra las provincias de Chaco, Salta, Formosa y Santiago del Estero y el Estado Nacional, por incumplimiento de la Ley de Bosques y destrucción del hábitat de la especie.

La organización propuso una estrategia integral que incluye detener los desmontes, reforzar los controles contra la caza ilegal, aumentar recursos para áreas protegidas y restaurar la conectividad de los bosques. “Para darle una oportunidad a los yaguaretés que sobreviven, es urgente que se frene el desmonte y las transformaciones de uso del suelo que exterminan el bosque nativo, por eso pedimos deforestación cero”, afirmó Cruz, y concluyó: “La extinción no es solo un evento biológico, tiene implicaciones éticas a las que debemos responder: ¿tenemos derecho a provocar su extinción?”.

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