La Semana de la Movilidad Sustentable, celebrada del 16 al 22 de septiembre, pone de relieve el aporte de materiales como el PVC en la transformación del transporte hacia prácticas más responsables con el medio ambiente. El sector automotriz argentino enfrenta el desafío de reducir emisiones y optimizar recursos ante un crecimiento proyectado de la industria.
El PVC, por sus características de eficiencia energética, durabilidad y reciclabilidad, es incorporado cada vez más en la fabricación de vehículos. La producción de este material demanda hasta un 50 % menos de energía respecto del acero, lo que conlleva una disminución significativa de emisiones de CO₂ desde el inicio del ciclo de vida del producto. Además, la ligereza del PVC posibilita la fabricación de automóviles más livianos, factor que reduce el consumo de combustible y la emisión de gases de efecto invernadero.
De acuerdo con el Consejo Europeo de Fabricantes de Vinilo, un vehículo promedio contiene alrededor de 150 kg de plástico, permitiendo reducir el consumo de combustible entre un 10 % y un 12 %. Este ahorro equivale a casi 12 millones de toneladas de combustible o más de 30 millones de toneladas de CO₂ anuales. La Federación Británica de Plásticos estima que cada 100 kg de plástico reemplaza entre 200 y 300 kg de materiales tradicionales, lo que durante la vida útil del vehículo reduce el consumo en 750 litros de combustible y las emisiones de CO₂.
El material también contribuye a la eficiencia energética del habitáculo de los vehículos, gracias a su baja conductividad térmica y capacidad de aislamiento acústico. Estas propiedades mejoran el confort de los pasajeros y disminuyen el uso de sistemas de climatización, con el consiguiente ahorro energético.
La durabilidad del PVC resulta relevante: el 85 % de sus productos se destina a aplicaciones de larga vida, superando los 100 años en infraestructura. En la industria automotriz, esto se traduce en mayor vida útil de los vehículos y menor generación de residuos, con componentes que resisten el desgaste diario.
“Es fundamental destacar el rol de los materiales inteligentes en la construcción de un futuro más limpio y eficiente. El PVC, con sus probados beneficios en eficiencia energética, durabilidad y reciclabilidad, se posiciona como un motor de cambio para la industria del transporte en Argentina”, dijo Miguel García, director ejecutivo de la Asociación Argentina del PVC.
El PVC puede reciclarse hasta siete veces sin perder sus propiedades, lo que permite su reincorporación a la cadena productiva y la creación de nuevos productos en la industria del transporte.












