Por Juan Marotta (*)
Con ambición, expectativa, y alineados con un objetivo en común: a pocos días del inicio de la COP26, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2021, en Glasgow (Escocia).
A pocos días del inicio de la COP26, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2021, en Glasgow (Escocia), el sector financiero mantiene un rol clave en esta nueva convocatoria: no solo porque está alineado con los compromisos asumidos por los países que participan, sino también porque impulsa su propia iniciativa en este movimiento ambiental global que busca una cooperación inédita ante una demanda urgente.
La COP26 -que este año organizan los gobiernos británico e italiano- se realizará en un momento climático decisivo para el planeta. A principios de septiembre, y mientras la COP empezaba a tomar forma, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicó un informe histórico donde elevó una “señal de advertencia para la humanidad”. Allí confirmó que, sin reducciones drásticas en las emisiones de carbono, los incrementos de temperatura serán inevitables para el planeta.
En este contexto, y en el marco de una pandemia que provocó una recesión global sin precedentes desde mediados del siglo XX, la COP26 es vista como una última oportunidad para que los líderes garanticen acciones concretas que eviten consecuencias ecológicas irreversibles. Será su rol, frente a los ojos del mundo, poder definir las reglas necesarias para lograr los objetivos del Acuerdo de París de 2015 sobre el cambio climático: mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2°C con respecto a los niveles preindustriales y buscar, además, promover esfuerzos adicionales que hagan posible que el calentamiento global no supere los 1.5ºC.
Es un momento oportuno para estos debates y sabemos que el sector financiero también debe actuar y mantener sus objetivos.
Desde que el mundo padeció el impacto de la pandemia, el cuidado del planeta quedó más expuesto en la sociedad y también en las empresas, donde hoy, en muchos casos, ya se empiezan a ver cambios concretos para resignificar su rol en la economía productiva. En la Argentina, como en el resto del mundo, las compañías más influyentes también comienzan a ser aquellas que toman este momento como un punto de inflexión, y asumimos el desafío con acciones visibles, siendo protagonistas en un camino que no tiene vuelta atrás. Invitamos a ser parte de esta iniciativa global, seguros y convencidos de que es una tarea de todos si queremos cambiar el rumbo.
(*) CEO de HSBC Argentina & CEO LAM Sur.