La invasión rusa a ucrania, la inflación y la creciente incertidumbre sobre la globalización conspiraron para enfriar los ánimos. George Soros, el veterano inversor, dijo que la decisión china de reforzar su política Covid cero fue la mayor equivocación de la presidencia de Xi Jinping. “Después de la crisis inmobiliaria el daño que hará será tan grande que afectará as la economía global”, dijo. “Con la disrupción en las cadenas de suministro, la inflación global se va a convertir en depresión global”.
Otros delegados advirtieron sobre “el inminente peligro de acelerar la desglobalización.”
Aunque Volodymyr Znelnsky solo pudo aparecer por video link fue más atractivo que muchos empresarios. El presidente de Ucrania se ganó una ovación incluso después de decir a las empresas – muchas de las cuales todavía no abandonaron Rusia totalmente– “que interrumpan todo comercio con el agresor para que sus marcas no queden asociadas a crímenes de guerra”.
Quienes rompieron el clima depresivo fueron las directivos en tecnología. Mostraron su proverbial optimismo sobre las posibilidades del sector para superar las crisis actuales. Los CEO de Nokia, Accenture, IBM, HP y Google coincidieron en que las posibilidades de transformación siguen siendo positivas.