El presidente John Biden ordenó ayer liberar 50 millones de barriles en los próximos meses. Es una medida tomada junto a China, India, Japón, Surcorea y Gran Bretaña cuya finalidad es detener la suba de los precios.
Pero el esfuerzo por bajar el precio del petróleo que se duplicó el año pasado aparentemente resultó contraproducente: el crudo Brent, la referencia internacional, cerró en el día de ayer 3,3% arriba, en US$ 82,31 el barril.
Arabia Saudita, Rusia y los demás miembros del Grupo OPEP+ de exportadores de petróleo han ignorado repetidamente los reclamos de Estados Unidos de aumentar la producción. El precio del petróleo supe porque los traders calcularon que el volumen total a ser liberado sería menor que el que se esperaba y que la OPEP+ podría tomar medidas retaliatorias reteniendo más petróleo que el que planeaban.
Algunos analistas dicen que es la primera vez en la historia reciente que Beijing participa en un esfuerzo de ese tipo. Dicen también que es poco probable que la decisión promovida por Biden tenga l efecto buscado sobre los precios.