Los países que quieren un techo para el precio del gas importado se niegan a apoyar otras medidas, como la compra conjunta de insumos hasta que la Comisión Europea explique más detalles sobre ese tope. Les preocupa que los burócratas del mercado libre de la comisión se opongan a la idea y no presenten una propuesta realista sobre precio tope. Mientras tanto Alemania, que cree que los traders llevarían el gas a otra parte si la UE impusiera un precio máximo, podría bloquear cualquier cosa que decida Bruselas.
El paquete que propone la comisión contiene tres áreas: unificar la demanda de gas para comprar en bloque; normas por escrito para compartir el gas en caso de que un miembro se quede sin suministro y maneras para controlar los precios altos, incluido el llamado “mecanismo de corrección de mercado”.
Los miembros que desconfían del precio tope creen que su creación debería estar supeditada a los ocho criterios estrictos descriptos en la propuesta original de la comisión, que incluye no poner en peligro la seguridad del suministro, no aumentar el consumo y no impactar en los flujos de gas intracoumnitario.
Pero los diplomáticos dicen que por lo menos 10 estados, incluidos Italia, Bélgica y Grecia, quieren detalles en el plan para el tope al precio que las Comisión está preparando en estos días, antes de aceptar cualquier otra medida.
