miércoles, 17 de diciembre de 2025

China modifica su estrategia de importación de granos y genera incertidumbre internacional

El abastecimiento de soja por parte de China, tras la guerra comercial de comienzos de año, orientó las compras hacia Sudamérica. El agotamiento de la oferta regional podría forzar la reanudación de importaciones estadounidenses, impactando en precios y proyecciones globales.

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El mercado internacional de granos enfrenta un escenario de incertidumbre ante los recientes cambios en la política de importaciones de China. Luego de la guerra comercial ocurrida a principios de 2025, el gigante asiático redireccionó sus compras de soja hacia Sudamérica, especialmente Brasil. Sin embargo, la oferta sudamericana muestra señales de agotamiento, y analistas consideran probable que China retome las adquisiciones desde Estados Unidos.

Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, advirtió sobre el contexto estadounidense: “Para EE.UU. esto también es un problema: tiene una cosecha enorme a punto de salir al mercado. Para cumplir con las proyecciones de stock necesitaría vender mucho a China, pero hasta ahora no hay confirmaciones”.

Maíz en la región y perspectivas de Brasil

En relación al maíz, Romano señaló que la baja de precios internacionales permitió que el grano estadounidense recuperara competitividad. No obstante, tanto en Brasil como en Argentina permanece un volumen significativo sin comercializar. La reticencia de los productores locales a vender elevó el premio y restó competitividad. Para que ese maíz ingrese al mercado, sería necesaria una fuerte reducción de precios.

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Brasil, por su parte, podría absorber parte del excedente mediante su consumo interno. Romano destacó que se anunciaron inversiones para incorporar seis millones de toneladas adicionales en un año.

Impacto de estimaciones y panorama global del trigo

Las proyecciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) y el tour de PROFARMER generaron movimientos en los precios, producto de estimaciones dispares en soja y maíz. En cuanto al trigo, se consolida una abundancia global: las producciones del hemisferio norte aumentan y tanto Argentina como Australia proyectan buenas cosechas. Este contexto genera expectativas de precios a la baja.

Romano puntualizó: “Las producciones del hemisferio norte crecen, y tanto Argentina como Australia esperan buenas cosechas, lo que genera expectativas de precios a la baja”.

Situación local y proyecciones para el nuevo ciclo

En el mercado argentino, la industria y la exportación buscan asegurarse soja, mientras que las operaciones de maíz continúan limitadas. Respecto al trigo, las lluvias prometen una gran cosecha, aunque los valores actuales no resultan atractivos para los productores, lo que provoca un atraso en las ventas. Romano observó que, al momento de la cosecha, la presión bajista será difícil de evitar.

De cara al nuevo ciclo agrícola, el área destinada al maíz podría recuperarse respecto al año anterior. Sin embargo, la baja de precios frente a la soja, el aumento del costo de fertilizantes y los excesos de lluvia en el noreste bonaerense podrían moderar la expansión de la superficie sembrada.

El anuncio de inversiones en Brasil y las proyecciones locales delinean un escenario de volatilidad en los precios y la comercialización de granos, según informó el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.

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