En los últimos 20 años China e India profundizaron sus relaciones diplomáticas. Fortalecieron los lazos económicos, concertaron reuniones al más alto nivel y participaron juntas en instituciones regionales como el Asian Infrastructure Investment Bank y organizaciones multilaterales como el BRICS. China es el segundo socio comercial de la India y las inversiones chinas en India crecieron desde cifras insignificantes hace pocos años a US$ 26.000 millones actualmente. Muchos jóvenes indios viajan a estudiar en China y cada vez hay más turistas chinos que visitan India.
En octubre 2019 el presidente chino Xi Jinping y el Primer Ministro indio Narendra Modi prometieron profundizar aun más las relaciones entre ambos países vecinos. Se comprometieron además a trabajar juntos en 2020, cuando se cumple el 70º aniversario de las relaciones formales entre ambas naciones.
Pero esas señales de mayor cooperación no alcanzan a tapar la creciente la creciente competencia y rivalidad entre ambos países. Desde principios de mayo tropas chinas e indias protagonizaron una serie de encontronazos en varios puntos de la frontera común que ambos países reclaman como suyos.
Es la misma disputa fronteriza que provocó una guerra abierta en 1962 y que desde entones ha sido un constante fuente de fricción.