<p>En julio, la comisión de transacciones con futuros de productos primarios (CFTC en la sigla inglesa, donde no figura el ubicuo “commodities”) reclasificó a un gran intermediario petrolero como “especulador no comercial”. No lo identificó porque el “lobby de los derivados” es muy fuerte y la entidad no es pública. Pero la decisión es clave: cambia de raíz la ficción de que el mercado a término neoyorquino es tan diversificado o diáfano como se creía.</p>
<p>De paso, pone en evidencia una plaza muy inflada. La masa de futuros y opciones (derivados, por lo común) se ha inflado de unos 75.000 contratos de mil barriles semanales en 2001 a 475.000 hacia mediados de este año. Son estimaciones de la propia CFTC.</p>
<p>Por consiguiente, la porción de contratos en manos de especuladores –o sean sin necesidades comerciales de mitigar riesgos- ha subido de 37 a casi 50% en un par de años. Entretanto, el congreso norteamericano trata de imponer límites a la especulación con combustibles. Tiene un excelente motivo: cunden dudas sobre fiabilidad o transparencia de datos y transacciones.</p>
<p>La semana pasada, la senadora demócrata Maria Cantwell (estado de Washington) solicitó a la CFTC investigar su propio material. Sucede que, el 22 de julio, la entidad publicó un análisis según el cual “los especuladores no inducen sistemáticamente alza o bajas de precios sin motivos comerciales”. Poco después, la comisión señalaba lo contrario en un caso específico que mantiene anónimo.</p>
<p>Obviamente, la influencia del cabildeo petrolero es vasta. Aparte de sus nexos con la familia Bush y el vicepresidente Richard Cheney, controla la cúpula del departamento federal de energía y combustibles. Estos factores explican el silencio del senador John McCain, candidato republicano a presidente. También pesan los aportes del “lobby” a la campaña sucia contra Barack Obama, desatada por el fundamentalismo evangélico (Karl Rove y su equipo). Lo que está en la mira es un mercado de materias primas que genera US$ 4,8 billones de utilidades anuales.</p>
Washington admite la existencia de especulación con crudos
En medio de una campaña electoral donde el tema surge a cada rato, el gobierno de George W. Bush lo reconoce. En la plaza de futuros hay mucho más aire caliente del supuesto. Uno de los canales pasa por instrumentos derivativos.