Frente a la reacción contradictoria de los indicadores, analistas vinculados al negocio financiero sostienen que sus papeles ceden debido a crecientes presunciones sobre alza de tasas básicas en el trimestre siguiente. En realidad, los resquemores inflacionarios que van extendiéndose por el mundo se basan, entre otros, en la peligrosa manía de endeudarse para comprar casi cualquier cosa, típica del público estadounidense.
Se explica, entonces, que un indicador “interno”, el del KBW Bank (Filadelfia), llegase a ceder hasta 1,3%. “Casi todo el gasto de la gente no es otra cosa que endeudamiento. Por esos los trimestrales de enero-marzo revelan tan desorbitadas utilidades: el negocio de un banco, después de todo, es prestar a interés”, reflexionaba un ejecutivo de esa entidad.
Citigroup, el mayor grupo financiero del mundo, declara utilidades trimestrales récord, US$ 5.270 millones, es decir 29% más que hace un año. Bank of America, el segundo del país, ganó US$ 2.680 millones, o sea 11% sobre el primer trimestre de 2003.
Semejantes números tuvieron impacto bursátil inverso. En el punto más bajo de la rueda, el Nasdaq compuesto perdía 1,5%, margen que al cierre cedía a –1,15%. La diferencia con el Dow Jones industrial –neutro al final- y el Standard&Poor’s 500 (recortaba el descenso de 0,4 a 0,1%) trasuntaba el otro problema del día.
Analistas y ejecutivos del sector tecnológico temen que, desde mayo, las ventas (en especial los “chiches” de última generación) no crezcan como se esperaba. Los vaivenes bursátiles no impidieron que la tasa T-10 avanzara a 4,4% anual. Entretanto, el euro promediaba US$ 1,198 y el dólar estaba en 108,35 yenes.
Frente a la reacción contradictoria de los indicadores, analistas vinculados al negocio financiero sostienen que sus papeles ceden debido a crecientes presunciones sobre alza de tasas básicas en el trimestre siguiente. En realidad, los resquemores inflacionarios que van extendiéndose por el mundo se basan, entre otros, en la peligrosa manía de endeudarse para comprar casi cualquier cosa, típica del público estadounidense.
Se explica, entonces, que un indicador “interno”, el del KBW Bank (Filadelfia), llegase a ceder hasta 1,3%. “Casi todo el gasto de la gente no es otra cosa que endeudamiento. Por esos los trimestrales de enero-marzo revelan tan desorbitadas utilidades: el negocio de un banco, después de todo, es prestar a interés”, reflexionaba un ejecutivo de esa entidad.
Citigroup, el mayor grupo financiero del mundo, declara utilidades trimestrales récord, US$ 5.270 millones, es decir 29% más que hace un año. Bank of America, el segundo del país, ganó US$ 2.680 millones, o sea 11% sobre el primer trimestre de 2003.
Semejantes números tuvieron impacto bursátil inverso. En el punto más bajo de la rueda, el Nasdaq compuesto perdía 1,5%, margen que al cierre cedía a –1,15%. La diferencia con el Dow Jones industrial –neutro al final- y el Standard&Poor’s 500 (recortaba el descenso de 0,4 a 0,1%) trasuntaba el otro problema del día.
Analistas y ejecutivos del sector tecnológico temen que, desde mayo, las ventas (en especial los “chiches” de última generación) no crezcan como se esperaba. Los vaivenes bursátiles no impidieron que la tasa T-10 avanzara a 4,4% anual. Entretanto, el euro promediaba US$ 1,198 y el dólar estaba en 108,35 yenes.