En verdad, la caída de rindes significa que los precios al contado de letras y bonos federales pegaron el martes el salto más pronunciado desde enero de 2001. Por una razón más bien especulativa o psicológica: un índice de precios minoristas subió un poquito menos de lo esperado.
Además, apretado desde la Casa Blanca, Alan Greenspan tuvo que matizar las últimas declaraciones suyas y de sus colegas en la Reserva Federal sobre eventual alza de tasas básicas. Reiterando una actitud habitual desde que apoya la reelección de George W.Bush, Greenspan salió a decir que “la inflación no preocupa demasiado”. Pero no llegó a descartar aumentos de tipos referenciales (hubiese sido demasiado).
Al cierre en Nueva York, las letras a diez años recobraron casi 2% (a US$ 15,65 por cada mil nominales), lo cual redujo la tasa a 4,68% anual. Ahora dependen de qué haga el comité de mercado abierto de la RF. Su próxima reunión cae en 29 y el 30. Después, quedarán sólo cuatro en el año y tres antes de los comicios de noviembre.
Por su parte, el departamento federal de Trabajo informa que su índice de precios al consumidor subió 0,6% en mayo, contra el 0,5% promedio previsto por 68 analistas en una encuesta de Bloomberg’s. Pero la clave del brote optimista reside en el indicador que excluye alimentos, energía y combustibles: avanzó sólo 0,2% (como anticiparon esos mismos expertos) y queda bajo el 0,3% de abril.
Esto podría influir sobre el comité monetario de la RF y postergar hasta julio el ajuste de tasas básicas. Se explica, pues, que los principales paneles bursátiles recobraran 0,37% (Dow Jones industrial), 0,56% (Standard&Poor’s 500) y 1,33% (Nasdaq compuesto).
En verdad, la caída de rindes significa que los precios al contado de letras y bonos federales pegaron el martes el salto más pronunciado desde enero de 2001. Por una razón más bien especulativa o psicológica: un índice de precios minoristas subió un poquito menos de lo esperado.
Además, apretado desde la Casa Blanca, Alan Greenspan tuvo que matizar las últimas declaraciones suyas y de sus colegas en la Reserva Federal sobre eventual alza de tasas básicas. Reiterando una actitud habitual desde que apoya la reelección de George W.Bush, Greenspan salió a decir que “la inflación no preocupa demasiado”. Pero no llegó a descartar aumentos de tipos referenciales (hubiese sido demasiado).
Al cierre en Nueva York, las letras a diez años recobraron casi 2% (a US$ 15,65 por cada mil nominales), lo cual redujo la tasa a 4,68% anual. Ahora dependen de qué haga el comité de mercado abierto de la RF. Su próxima reunión cae en 29 y el 30. Después, quedarán sólo cuatro en el año y tres antes de los comicios de noviembre.
Por su parte, el departamento federal de Trabajo informa que su índice de precios al consumidor subió 0,6% en mayo, contra el 0,5% promedio previsto por 68 analistas en una encuesta de Bloomberg’s. Pero la clave del brote optimista reside en el indicador que excluye alimentos, energía y combustibles: avanzó sólo 0,2% (como anticiparon esos mismos expertos) y queda bajo el 0,3% de abril.
Esto podría influir sobre el comité monetario de la RF y postergar hasta julio el ajuste de tasas básicas. Se explica, pues, que los principales paneles bursátiles recobraran 0,37% (Dow Jones industrial), 0,56% (Standard&Poor’s 500) y 1,33% (Nasdaq compuesto).