sábado, 23 de noviembre de 2024

Wall St. vacila por nuevas pérdidas vía hipotecas. WTI a US$ 92,20

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Pese a maniobras de última hora para acotar bajas, se teme que más cotizantes manden activos a pérdidas. American International Group cede 6,8% (no pasaba desde abril de 2005). La mayor aseguradora mundial quizá sea la próxima victima.

En el caso de AIG, el efecto de insolvencias originadas en malas hipotecas se combina con el costo potencial –para el negocio asegurador en general-de los catastróficos incendios en California. Por su parte, Comcast (la mayor compañía norteamericana de cable) perdió la friolera de 20% en Wall Street. Motivo; el desinfle inmobiliario residencial reduce la cantidad de nuevos abonados. De pronto, la clase media estadounidense se siente pobre.

Así las cosas, el Standard&Poor’s 500 cedía apenas 0,18%, el Dow Jones industrial 0,19% y 0,8% el Nasdaq compuesto. No son valores serios. Si ese mercado no estuviese apuntalado por los propios intermediarios, el DJ 30, por ejemplo, ya estaría bajo 13.000 puntos. Tampoco hay explicaciones plausibles para las considerables alzas en Londres (1,45%), Fráncfort (1,32%), Hongkong (1,78%) ni Singapur (1,59%).

El trasfondo real no responde a tan alegres números. La peor recesión inmobiliaria en dieciséis años ha hecho caer 24% -en el III trimestre- las utilidades de las compañías financieras incluidas en el S&P 500. Es el peor de los diez sectores cubiertos por la cartera global. A su vez, Merrill Lynch sufrió el peor déficit trimestral en 93 años de historia, tras mancar US$ 8.400 millones a pérdidas. Las ganancias de Bank of America cayeron 32% debido a US$ 2.000 millones en quebrantos operativos y pérdidas. Ambos presidentes ejecutivos han puesto las barbas en remojo.

La bolsa neoyorquina también sintió los efectos de un informe oficial que revela inesperadas bajas en compras mayoristas. Este síntoma apunta a nuevos riesgos recesivos. Según una encuesta de Bloomberg’s-Los Ángeles times, casi 66% de norteamericanos teme una contracción en 2008 (año electoral).

Ahora bien ¿por que los operadores, gurúes y ejecutivos de Wall Street se desesperan por evitar que los índices reflejen la realidad? Simple: en noviembre se definen remuneraciones, bonificaciones, premios y comisiones. A pesar de cifras maquilladas, es difícil que la próxima sean un navidad de arbolitos repletos.Al cierre, una sorpresa: el crudo WTI saltó a US$ 92,20 y el Brent a 87,60: dos nuevos máximos nominales.

En el caso de AIG, el efecto de insolvencias originadas en malas hipotecas se combina con el costo potencial –para el negocio asegurador en general-de los catastróficos incendios en California. Por su parte, Comcast (la mayor compañía norteamericana de cable) perdió la friolera de 20% en Wall Street. Motivo; el desinfle inmobiliario residencial reduce la cantidad de nuevos abonados. De pronto, la clase media estadounidense se siente pobre.

Así las cosas, el Standard&Poor’s 500 cedía apenas 0,18%, el Dow Jones industrial 0,19% y 0,8% el Nasdaq compuesto. No son valores serios. Si ese mercado no estuviese apuntalado por los propios intermediarios, el DJ 30, por ejemplo, ya estaría bajo 13.000 puntos. Tampoco hay explicaciones plausibles para las considerables alzas en Londres (1,45%), Fráncfort (1,32%), Hongkong (1,78%) ni Singapur (1,59%).

El trasfondo real no responde a tan alegres números. La peor recesión inmobiliaria en dieciséis años ha hecho caer 24% -en el III trimestre- las utilidades de las compañías financieras incluidas en el S&P 500. Es el peor de los diez sectores cubiertos por la cartera global. A su vez, Merrill Lynch sufrió el peor déficit trimestral en 93 años de historia, tras mancar US$ 8.400 millones a pérdidas. Las ganancias de Bank of America cayeron 32% debido a US$ 2.000 millones en quebrantos operativos y pérdidas. Ambos presidentes ejecutivos han puesto las barbas en remojo.

La bolsa neoyorquina también sintió los efectos de un informe oficial que revela inesperadas bajas en compras mayoristas. Este síntoma apunta a nuevos riesgos recesivos. Según una encuesta de Bloomberg’s-Los Ángeles times, casi 66% de norteamericanos teme una contracción en 2008 (año electoral).

Ahora bien ¿por que los operadores, gurúes y ejecutivos de Wall Street se desesperan por evitar que los índices reflejen la realidad? Simple: en noviembre se definen remuneraciones, bonificaciones, premios y comisiones. A pesar de cifras maquilladas, es difícil que la próxima sean un navidad de arbolitos repletos.Al cierre, una sorpresa: el crudo WTI saltó a US$ 92,20 y el Brent a 87,60: dos nuevos máximos nominales.

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