Ahora todo ese dinero podría tener que volver a su casa. Donald Trump ha prometido recortar a menos de la mitad (a 10% de 35%) la recaudación fiscal de los capitales que regresen. Hillary Clinton podría hacer algo parecido. La Comisión Europea está realizando un ataque sistemático a las subsidiarios norteamericanas que pagan pocos impuestos. A la cabeza va el caso Apple con su operación en Irlanda donde asienta gran parte de sus ganancias offshore de más de US$ 200.000 millones.
En Estados Unidos ambos candidatos a la presidencia sueñan con una ola de inversiones que reaviven la economía, aunque tal vez se decepcionen. La mayo parte de las ganancias offshore se encuentran en instrumentos denominados en dólares. Y una enorme proporción de esa cantidad pertenecen a firmas tecnológicas y farmacéuticas que se especializan en propiedad intelectual, no en construir fábricas o crear muchos empleos.