Montevideo estima que por lo menos 80% de los tenedores de bonos aceptarán las nuevas emisiones, a plazos cinco años más extensos. “Los intereses serán iguales”, aclaró el ministro de Economía, Alejandro Atchugarri. De inmediato, S&P bajó la nota de la deuda uruguaya a largo plazo de CC a CCC (ambas categorías son chatarra) y anunció que, a mediados de mayo, declarará al país “en cese de pagos selectivo”. Eso si una cantidad suficiente de acreedores acepta la propuesta. De todos modos, los bonos a canjear bajarán a la categoría D, en tanto sus substitutos arrancarán de la B.
El declive de calificaciones crediticias en poco más de un año indica que la economía nunca tuvo el vigor suficiente para afrontar la devaluación brasileña (1998) y, en 2001/2, el cese de pagos argentino. Por otra parte, el gobierno dedicó todos su esfuerzos a salvar bancos que luego cayeron y renegociar vencimientos externos. Entretanto, el dólar subía de $Ur.16 a 29 (81,3%), pero los precios de la economía física han llegado a trepar más de 150%.
Pese a ello, el gobierno cree que el canje mejorará la confianza de banqueros e inversores y que el PBI recobrará 4,4% en 2004, perspectiva que no comparten el FMI ni los analistas de Wall Street, dada la violenta contracción de la demanda real. Irónicamente, Argentina –que sigue sin pagar- tiene mejor horizonte este año y el próximo.
Montevideo estima que por lo menos 80% de los tenedores de bonos aceptarán las nuevas emisiones, a plazos cinco años más extensos. “Los intereses serán iguales”, aclaró el ministro de Economía, Alejandro Atchugarri. De inmediato, S&P bajó la nota de la deuda uruguaya a largo plazo de CC a CCC (ambas categorías son chatarra) y anunció que, a mediados de mayo, declarará al país “en cese de pagos selectivo”. Eso si una cantidad suficiente de acreedores acepta la propuesta. De todos modos, los bonos a canjear bajarán a la categoría D, en tanto sus substitutos arrancarán de la B.
El declive de calificaciones crediticias en poco más de un año indica que la economía nunca tuvo el vigor suficiente para afrontar la devaluación brasileña (1998) y, en 2001/2, el cese de pagos argentino. Por otra parte, el gobierno dedicó todos su esfuerzos a salvar bancos que luego cayeron y renegociar vencimientos externos. Entretanto, el dólar subía de $Ur.16 a 29 (81,3%), pero los precios de la economía física han llegado a trepar más de 150%.
Pese a ello, el gobierno cree que el canje mejorará la confianza de banqueros e inversores y que el PBI recobrará 4,4% en 2004, perspectiva que no comparten el FMI ni los analistas de Wall Street, dada la violenta contracción de la demanda real. Irónicamente, Argentina –que sigue sin pagar- tiene mejor horizonte este año y el próximo.