<p>Por supuesto, los analistas anglosajones que venían promoviendo ese modelo atribuyen la caída a problemas de UBS misma: deficiente control de daños colaterales y excesos en materia de títulos cuyo rinde se define vía subastas mensuales (“<em>auction-related securities</em>”, ARS).</p>
<p>En Londres subrayan que el mismo modelo ha sido adoptado por <em>Crédit Suisse</em> o <em>Société Générale</em>. La segunda es pésimo ejemplo: meses atrás, un solo operador de derivados armó un complejo fraude por € 4.900 millones, merced a deficiente supervisión y complicidades en varios niveles de management.</p>
<p>Por cierto, UBS carecía de salvaguardias indispensables y sus contralores estratégicos eran (son) de baja calidad. La dirección superior ignoraba qué estaban haciendo más abajo y la pesada máquina pedía a gritos separarse en divisiones. Por supuesto, esto debía saberlo la autoridad reguladora pero, en Suiza, los bancos predominan sobre el gobierno.</p>
<p>Hasta el momento, UBS es la mayor víctima europea de la crisis crediticia occidental. No sorprende, pues, que haya anunciado la escisión entre su ala dedicada a clientes ricos (abarca las cuentas numeradas) y la banca internacional de inversión hoy en severos aprietos. La entidad proyecta venderla.</p>
<p>Peter Kurer, el director gerente cuyo puesto tambalea, reconoció los inconvenientes del “modelo universal”. El esquema incluye nivel minorista, banca de inversión –la misma que causa estragos a las firmas neoyorquinas de valores-, seguros, administración de fondos y otras actividades. El colapso de tantas bancas inversoras lleva a reconsiderar el modelo, aunque algunos medios londinenses lo defiendan.</p>
<p>El financiamiento barato aportado por la división de clientes ricos y la falta de supervisión le permitieron a la banca de inversión armar enormes posiciones especulativas. Su pésimo manejo en UBS condujo a una masa de depreciaciones contables por US$ 42.000 millones. A esta altura, el prestigio suizo se limita a relojes, quesos y chocolates.</p>
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Union des Banques Suisses, un modelo que empieza a derrumbarse
En medio de una crisis que podría liquidar la cúpula, UBS admite que su esquema banco universal hace agua. Sólo sirvió para ocultar riesgos, complicar operaciones y quemar capital. Algunos rivales también piensan abandonarlo.