El nuevo retoque se dispuso el jueves tras el cierre del mercado cambiario de Tokio, el mayor del mundo, referencia para Asia oriental y sudoriental. En el caso de la paridad implícita dólar-yüan (no la inversa, como suelen informar, mal, las fuentes anglosajonas), es el mayor deslizamiento desde que empezó la liberación, en julio de 2005.
En realidad, el banco central chino se limitó a no intervenir en las operaciones. Por ende, el dólar buscó su propio nivel. El escaso margen de aumento demuestra que, contra los que analistas y funcionarios norteamericanos (y japoneses) dicen todo el tiempo, el yüan no está tan “groseramente subvaluado”.
No obstante, Nueva York, Londres y Tokio ni cejan fácilmente. Ahora, sostienen que “el reacomodo puede haber sido alentado por la autoridad monetaria, como forma de preparar al mercado con vistas a una fuerte repreciación de la moneda china”. O sea, insisten en que se halla subvaluada.
El nuevo retoque se dispuso el jueves tras el cierre del mercado cambiario de Tokio, el mayor del mundo, referencia para Asia oriental y sudoriental. En el caso de la paridad implícita dólar-yüan (no la inversa, como suelen informar, mal, las fuentes anglosajonas), es el mayor deslizamiento desde que empezó la liberación, en julio de 2005.
En realidad, el banco central chino se limitó a no intervenir en las operaciones. Por ende, el dólar buscó su propio nivel. El escaso margen de aumento demuestra que, contra los que analistas y funcionarios norteamericanos (y japoneses) dicen todo el tiempo, el yüan no está tan “groseramente subvaluado”.
No obstante, Nueva York, Londres y Tokio ni cejan fácilmente. Ahora, sostienen que “el reacomodo puede haber sido alentado por la autoridad monetaria, como forma de preparar al mercado con vistas a una fuerte repreciación de la moneda china”. O sea, insisten en que se halla subvaluada.