Según analiza Carlos Donantueno, socio gerente de CD&A Servicios Financieros, “el precio de la gasolina tipo “regular” en Estados Unidos (equivalente a la nafta “súper” en Argentina) se encuentra en su nivel más bajo para un noviembre desde 2009”.
Texas, Louisiana, Misisipi, Misuri, y Oklahoma, Arkansas, Tennessee, Alabama, Carolina del Sur, y Virginia, se encuentran entre los Estados donde se observan los valores más bajos, con una rango de precios que oscilan entre los 2.40 y 2.51 dólares por galón (3.8 Lts).
Según la Administración de Información de Energía de Estados Unidos(EIA), la diferencia de precios a nivel país se debe a la calidad de la gasolina, los impuestos de cada Estado y los ratios de Suministro y Demanda regionales.
Asimismo la agencia fundamenta los menores precios de la gasolina, en la evidente caída del precio internacional del crudo, y una combinación de otros factores tales como; mayor producción nacional de crudo, mejoras en la producción de Libia, débiles expectativas de crecimiento para China, y temporada de baja demanda por parte de las refinerías.
De hecho, la gasolina regular cayó u$s 0.88 el galón desde comienzos de julio.
Teniendo en cuenta que para llenar el tanque de gasolina de un vehículo sedan estándar, se necesitan en promedio 13.16 Galones, puede hacerse rápidamente una comparación con el mercado argentino.
Llenar el tanque en Nueva York, Estado que junto con otros de la Costa Oeste, Utah y el noroeste de Colorado, se encuentra entre los que arrojan los precios más altos (3.08 – 3.30 dólares por galón), nos demandaría en promedio 41.98 dólares, algo así como 358.5 pesos argentinos, hablando siempre de tipo de cambio oficial mayorista, que desde hace tiempo se encuentra congelado por el gobierno en los actuales $8.52_.
Pero qué sucedería si pagáramos la misma carga en Nueva York, con dólares en efectivo que adquirimos a través de la AFIP, con su inherente recargo del 20%?.
En este caso, los 41.98 dólares, representarían nada menos que 429.03 pesos, ya que el tipo de cambio se depreciará hasta los $10.22_.
Pero sucede que ahora decido mantener los dólares en efectivo, y abonar la carga con mi tarjeta de crédito, pues para mi sorpresa terminaré abonando a mi regreso la módica suma de 482.77 pesos, debido al recargo del 35% que impone la AFIP sobre los consumos en el exterior, y que coloca al tipo de cambio en $11.50_.
Pero claro, más de uno dirá con justa razón…“Yo soy un minorista, no le compro dólares al Banco Central, sino que se los compro a mi banco de siempre”.
Sucede que ese “banco de siempre” podría ser cualquiera de los autorizados por el BCRA a operar en el país, y que claramente no venden sus dólares al público, al mismo precio que los adquieren a través del BCRA.
Por este motivo, habría que olvidar completamente los datos que leen en periódicos o TV sobre la evolución del tipo de cambio, ya que generalmente los medios utilizan el valor del segmento mayorista.
La realidad es que los principales bancos del mercado venden hoy a 8.60 pesos por cada “dólar ahorro” que adquiramos.
De este modo, los costos de la carga en Nueva York, ascienden a $433.23_ y $487.39 utilizando “dólar ahorro” o “dólar tarjeta”, respectivamente.
Pero justo uno de los tantos incluidos en la “clase media pudiente” creada por el INDEC, dice “yo no tengo tarjeta, y la AFIP no me permite adquirir dólares, por lo tanto tuve que comprar Dólar Blue a $15 para poder viajar”.
Y noten que curioso, o no, resulta conocer cuánto le costará la misma carga de combustible a este afortunado señor…nada menos que $629.7_.
Ahora, ¿suena familiar este último valor, necesario para llenar un tanque de 50 litros de combustible?
Si utilizas tu vehículo con cierta frecuencia obtuviste la respuesta en segundos.
Solo hay una cosa que atrapa con mayor velocidad que la inflación real en nuestro país, y eso es justamente el precio de los combustibles.
Tan solo en lo que va del año los precios sufrieron un aumento del 44%, y en los últimos 12 meses la suba alcanza el 60% según datos de YPF, operador que irónicamente lidera los aumentos.
Los fundamentos de la suba son que las refinadoras y comercializadoras tienen la mayoría de su materia prima atada al dólar, específicamente al tipo de cambio mayorista del Banco Central.
Este es el caso de operadoras como Shell y Esso, que al no poseer producción propia de hidrocarburos en el país, la reposición de materia prima explica casi el 80% de sus costos.
De este modo, adquieren el barril de crudo pagándolo en pesos, pero al tipo de cambio del día.
Tan solo en los últimos 12 meses el gobierno nacional devaluó un 39.2% el peso frente al dólar, lo que explica en gran medida los aumentos.
Por cada 100 dólares de costo de materia prima, las empresas no productoras necesitan actualmente 334 pesos adicionales respecto de noviembre 2013.
En Argentina, el precio del barril de crudo está regulado y fijado por el gobierno en 42 dólares, y el único aliciente que logró hallar el sector fue el programa Petróleo Plus I y II, que elaboró el Ejecutivo.
A través de la entrega de “créditos fiscales transferibles” que las empresas pueden utilizar con diversos fines, entre ellos cancelar créditos de exportación, y de este modo mejorar el precio final del barril de crudo.
No obstante, los precios locales han experimentado una revalorización. Tal es así, que el barril de crudo neuquino, conocido como “medanito” y cuya calidad es MEDIA, cotiza actualmente a 57.5 dólares. Esto claramente beneficia a los productores, pero empresas como Shell y Esso se ven obligadas a trasladar dichos aumentos.
El acumulado de inflación real para los últimos 12 meses ya logra un 40%, y se estima cerrará 2014 por encima del 42%. Este dato además de golpear en la porción de insumos que las compañías deben importar para desarrollar su actividad, trae implícito una mayor presión salarial a través de las paritarias, que este año se encuentran cerca del 30%.
Por último, las ya conocidas por todos y nunca bienvenidas por el gobierno, importaciones de energía.
Solamente en 2013, Argentina importó un 36% más combustible (naftas y gas en buques), que durante todo 2012.
El total de importaciones en este concepto alcanzó los u$s 13.000 millones.
Si bien la caída del precio de crudo implicaría a simple vista un beneficio para países importadores como el nuestro, podría complicar la evolución de los acuerdos que YPF mantiene con operadoras internacionales, por ejemplo Chevron.
Los prospectos de inversión se realizaron con una canasta de valores del WTI entre 79 y 85 dólares.
Los fundamentos que explican el aumento exponencial de los combustibles en Argentina, son los mismos que impulsan y promueven entre otros la escalada del dólar blue, o si se quiere una mayor depreciación del peso.
La mala administración del Estado, que se traduce en cargas tributarias récords en la región, creciente déficit fiscal, desconexión con el resto de las economías del mundo, alta inflación y riesgo de inversión, producen diversos males, pero uno de ellos prácticamente le ha quitado todo el poder de maniobra al gobierno…y es la falta de dólares.
Llegando a este punto, se nota la diferencia entre llenar el tanque con nafta regular en New York con un dólar a $8.52_, y hacerlo con uno de $15.
Utilizando este último tipo de cambio, nos arroja un precio por litro de gasolina equivalente a 12.60 pesos ($629.7 por tanque lleno), que a su vez guarda una relación estrecha con los $11.91 que cuesta actualmente la nafta súper en nuestro país. O mejor aún, con los $595.5 que nos cuenta llenar el tanque de un vehículo estándar.
Esto se denomina “tipo de cambio de equilibrio” en una economía. Irónicamente, y seguramente sin quererlo, el dólar blue en nuestro país parece acompañar la caída del precio internacional del barril de crudo.
Quizás este análisis nos indique el valor piso de nuestras naftas debería ser de 1 dólar si se mantiene congelado el tipo de cambio, o por el contrario, sincerar la economía colocando un dólar oficial en al menos $14.20_.
Si alguien me consultara, diría que en su defecto este último es el valor de referencia, y al que debería cotizar el dólar blue actualmente.