El escenario económico ha mutado a uno de atraso cambiario y aumento de costos salariales y financieros, con síntomas de estancamiento definidos sería la síntesis del Panorama Económico 101 del Centro de Investigación y medición económica de la Escuela de Economía y Negocios de la Universidad Nacional de San Martín, que lleva la firma del director Enrique Déntice.
Las negociaciones colectivas resultan visualizables, con pedidos generalizados de incrementos salariales que inicialmente oscilarían entre 25% y 35%- y con reticencia a aceptar negociaciones anuales.
Los efectos observables de la crisis de balanza de pagos durante enero se verificaron en: a) aceleración inflacionaria,
b) actividad económica con síntomas de estancamiento, y
c) dificultades para financiamiento en empresas y algunas administraciones provinciales permaneciendo vigentes algunos de ellos.
El informe consigna que se esperan definiciones sobre eliminación gradual de subsidios en las tarifas eléctricas para el sector familias en los principales aglomerados urbanos.
La evidencia histórica indica que la situación no resultaría inmanejable, si bien los datos que genera el sector privado exhiben un escenario poco auspicioso.
Algunos temas y sus efectos a repasar:
a) Los aumentos de precios de alimentos frescos por las heladas tardías de 2013 que afectaron la oferta de estos meses.
b) Las subas frecuentes de combustibles y otros derivados de petróleo.
c) Incrementos escalonados en el costo de peajes en rutas y autopistas.
d) Subas de precios de bienes durables de consumo, repuestos y partes por precaución.
e) Incremento de los costos de insumos y bienes finales importados que no se fabrican en el país.
f) La cercanía del mundial de fútbol en Brasil se esperaba podría potenciar la venta de electrodomésticos, aunque el ingreso disponible de las familias se percibe cada vez más comprimido por la inflación y la persistente suba de la presión tributaria, de las administraciones provinciales y municipales.
g) El aumento de las tasas de interés limitaría en extremo las ofertas y las ventas en cuotas no indexadas.
El escenario económico ha mutado a uno de atraso cambiario y aumento de costos salariales y financieros, con síntomas de estancamiento definidos, pareciera ser la síntesis.
Mucho de este contexto se venía observando desde la segunda mitad del 2013 en la industria manufacturera: donde la utilización promedio de la capacidad instalada fue de 72,7%, el nivel más bajo desde 2004, y con dos años de caída consecutiva. Particular y llamativa la fuerte caída del uso de la capacidad instalada en la industria automotriz: durante 2013: de 81,8% en mayo pasado a 44,8% en diciembre.
Panorama Económico y Financiero
El EMI sin estacionalidad registró un freno en 2013: disminuyendo un 1,2%, luego de haber crecido 6,5% en 2012 y un 9,8% en 2011.
Para el presente año se estima un escenario más complicado para la industria argentina. En este contexto se prevé una contracción entre el 1,5% y 2% en el nivel de actividad del sector manufacturero
Crisis cambiaria y energética para inaugurar 2014
El gobierno ha dado a conocer el nuevo Índice de Precios al Consumidor (IPCNu), de cobertura nacional. El indicador para enero mostró una inflación mensual de 3,7%, que resultó inferior a las estimaciones del sector privado pero, marca un sinceramiento de una de las variables más sensibles para la sociedad.
En enero el tipo de cambio registró un aumento de 26,5%, por otra parte las reservas internacionales del BCRA registraron una disminución de US$2.851 M (-9,3%).
La estabilización en el mercado se restableció mediante restricciones a las tenencias de dólares de las entidades financieras, conjuntamente con la contracción de la oferta monetaria impulsando un aumento de las tasas interbancarias de corto plazo (llevándolas al 30% anual).
La flexibilización parcial al atesoramiento de divisas (cepo cambiario) descomprimió tanto la tensión como las expectativas sobre la divisa norteamericana.
En efecto, la devaluación del tipo de cambio en un valor cercano a $8 por dólar) las nuevas normativas y los acuerdos con el sector exportador han aquietado al mercado de cambio y morigerado la presión sobre las reservas internacionales.
Las exportaciones de trigo, maíz, soja y sus subproductos representan el 33% del total exportado en Argentina. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) difundió en enero de 2014 datos que indican para Argentina que la cosecha 2013/14 de maíz, trigo y soja rondará los 91 millones de toneladas y que la demanda internacional se sostendría en sus precios externos en 2014. En este escenario la devaluación del peso podría mejorar la rentabilidad sectorial.
La economía mundial ha evidenciado también un comienzo de año movido debido entre otras cosas al: 1) el avance del tapering de la FED, 2) el impacto del frío polar en EE.UU., 3) algunos síntomas de desaceleración y problemas en el sistema financiero paralelo en China, y 4) dificultades financieras y cambiarias en los países emergentes más vulnerables que han introducido inestabilidad e incertidumbre en el escenario global que presentaba perspectivas favorables sobre el final del 2013.
La calma parece haberse restablecido pero los riesgos permanecen latentes, según los analistas internacionales.