<p>En ese punto, el índice accionario FTSE all-world perdía 4,2% y rozaba un piso en catorce meses. Horas antes, Asia-Pacifico cerraba con igual retroceso. Luego, las plazas europeas repetían el descalabro del miércoles: el FTSE Eurofirst 300 caía también 4,2%. En Wall Street, la cartera global Standard & Poor’s 500 añadía 2,4% de baja al 2,9% del día anterior.<br />
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Los productos e insumos primarios se sumaban a la tendencia vía Londres. Así, el cobre se derrumbaba 6,2% a £ 3,52 la libra de peso, mientras arreciaba la demanda de refugios tradicionales como el dólar o las letras de tesorería. Éstas subían 0,8% para dos años, pero los papeles a diez rendían apenas 1,77% anual, la cifra más exigua en varios decenios.<br />
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Curiosamente, por el contrario, el oro no se beneficiaba de la corrida. Tras perder 2,5% en cuatro horas, Londres lo pagaba apenas US$ 1.738 la onza troy (31,104 gramos), contra más de US$ 1.900 hace doce días. Por su parte, la plata cedía 7%.</p>
<p>Cosas más extrañas ocurrían en los mercados de crédito. Los trueques alemanes a cinco años sobre títulos en cese de pagos –registran el costo de asegurar los bonos soberanos contra insolvencia- marcaban un techo récord: cien puntos básicos. Mientras, los papeles federales quedaban bajo 1,7%, un récord inverso.<br />
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Claramente, quienes creían que la Reserva Federal y su tan cacareada “operación twist” (por Chubby Checker, 1961), orientada a estimular el apetito por riesgos, sufrieron una amarga desilusión. La movida de Benjamin Bernanke, en realidad, tuvo uno de sus efectos buscados: achatar la curva de rindes bajando las tasas de largo plazo. Ello alegrará a propietarios de viviendas, pues les abaratará las hipotecas.<br />
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Pero, en cuanto hace a la reacción de los operadores, parece que la naturaleza del twist (giro violento) y los comentarios que lo acompañaban le pegaron un susto al mercado. Hoy, se teme que el programa de US$ 400.000 millones deje a la RF sin muchas balas en la recámara. Esto se debe a una sorpresiva promesa de reinvertir los repagos tempranos de títulos hipotecarios en financiadoras mayoristas tipo Fannie Mae o Freddie Mac.<br />
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Por supuesto, la ola de evaluaciones pesimistas que castiga los mercados responde, también, al último informe sobre la economía global, preparado por el Fondo Monetario Internacional con vistas a la inminente asamblea semestral conjunta con el Banco Mundial. Este jueves, además, surgió otra evidencia de enfriamiento, aunque no tan acentuada.<br />
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Un indicador de compras mayoristas, elaborado por Hong Kong-Shanghai Banking Corporation, revela que industria de la segunda economía mundial acumula tres meses de desaceleración en la demanda. Pero es un efecto buscado por el ajuste monetario.<br />
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Temor recesivo hunde otra vez los mercados
A las 4 pm, hora de Greenwich, todo activo ligado al crecimiento se desplomaba. Como anteayer, pesaban comentarios pesimistas en torno a la Reserva Federal y escepticismo sobre su política de tasas. Signos de menor actividad china aportaban lo suyo.