En Wall Street, los números sorprendieron. El Dow Jones 30 cayó hasta 3% y cerró repuntando 4,7%, el Nasdaq compuesto llegó a 2,45% de retroceso y reaccionó a 3%, el S&P 500 bajaba 2,9 y se recobró a 2,1%. Sin embargo y contrariamente a lo presumido por Dominique Strauss-Kahn, parece que lo peor aún no ha pasado. El desplome de crudos a US$ 66,30 el barril de Brent (Londres) o a 69,75 el de WTI (Nueva York) refleja claramente el clima recesivo de los mercados tangibles.
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Con las ventas minoristas bajando 1,2% en septiembre y quizá lo mismo este mes, o las ventas de viviendas en el piso de veinte años, cundían dudas sobre el mega-rescate. En particular, sus posibilidades de frenar la recesión norteamericana ya en marcha. Tanto Barack Obama como John McCain temen que las inyecciones o los eventuales estímulos lleguen tarde. </p>
<p>El estado de la economía física pesa fuerte entre los inversores. Antes parecía un problema bursátil o financiero, pero ya desborda al resto del sector privado. Eso se agrega a la proliferación de PBI exiguos o negativos en la Eurozona, aunque no en las economías emergentes (ni siquiera la brasileña, pese al derrumbe bursátil). En paralelo, el índice industrial de la Reserva Federal (Nueva York) para su zona se derrumbó a –24 puntos en septiembre. Las cifras oficiales abren fuertes incertidumbres sobre las compras de temporada (27 de noviembre al 20 de diciembre) y la suerte de cadenas como Wal-Mart Stores. </p>
<p>El contexto acelera los tiempos al otro lado del mar. Amén de la “célula” –inútil neologismo francés para aludir a una fuerza de tareas-, las propuestas en París van lejos y alarman a los amigos banqueros del Benelux, Gran Bretaña y Estados Unidos. En particular una idea de Nicolas Sarkozy: eliminar los paraísos fiscales y financieros internos (Luxemburgo, islas de la corona inglesa, Andorra, Austria) o lindantes (Suiza, Liechtenstein). </p>
<p>Otro blanco de las iniciativas europeas son las calificadoras de riesgos, cuyo desempeño antes y durante los inicios de dos crisis (malas hipotecas, crédito) exhibía una sospechosa vista gorda respecto de entidades financieras que poco después empezaban a derrumbarse. “A menudo, esas agencias son propiedad parcial de sus propias calificadas”, sostuvo Sarkozy. </p>
<p>Influidos por su amistad con Strauss-Kahn, el francés y algunos colegas sugieren un contrasentido: “moralizar los mercados”, un imposible lógico, y “reforzar las facultades del Fondo Monetario”. La misma creación de una fuerza de tareas para emergencias prueba que el papel del organismo multilateral se ha licuado, en buena medida porque su director gerente no se desembaraza de una burocracia superior tan anacrónica como la del Banco Mundial. </p>
<p>En este sentido, cabe observar que la reciente asamblea semestral conjunta FMI-BIRF sin resultados prácticos o que medio mundo quisiera un “Bretton Woods II”. Ahora bien ¿qué decisiones adoptó la reunión de París orientadas a la economía real? Ninguna.</p>
Temiendo lo peor, la UE crea una fuerza de tareas para emergencias
Desde los cierres de Asia oriental/sudoriental hasta los europeos, el panorama del jueves era muy volátil. A última hora, reunidos en París, los veintisiete miembros de la UE aceptaron la propuesta francesa: una célula anticrisis.