Superávit comercial de US$ 13.000 millones

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Desplome de las importaciones. Las exportaciones crecieron 7,5%.

En agosto de 2019, la balanza comercial de bienes arrojó un superávit de casi US$ 1.200 millones, más que revirtiendo el déficit de US$ 1.100 millones alcanzado en igual mes del año pasado. De la misma forma que en los meses precedentes, la mejora se explicó mayormente por un desplome de las importaciones (-30% i.a., ubicándose en la zona de US$ 4.400 millones), mientras que las exportaciones crecieron 7,5% en la comparación interanual, cerrando el mes en USD 5.600 millones, explica el último informe de la consultora Ecolatina.

El fenomenal deterioro de las compras externas respondió a que a una demanda interna en rojo se le sumó, el mes pasado, un salto cambiario cercano al 35% en el mes y una disparada de la incertidumbre, que pospuso una gran cantidad de transacciones, a la espera de tiempos más certeros. Por su parte, las exportaciones continuaron acelerando su marcha de crecimiento, resultado de una cosecha gruesa récord que pondera más en esta época del año, y la baja base de comparación que dejó la sequía de 2018.

En este sentido, resalta el avance de 55% i.a. en las cantidades exportadas de productos primarios, una constante muy positiva de los últimos meses. Por su parte, el salto de las manufacturas de origen agropecuario fue algo menor (+6% i.a.), ya que el año pasado se habían importado porotos de soja para procesar en nuestro país y exportar luego. Por último, las manufacturas industriales siguen acusando recibo de una economía brasileña que no levanta cabeza y retrocedieron casi 9% i.a., golpeadas también por la incertidumbre local que paró una cantidad no menor de líneas de producción.

Por el lado importador la caída fue tan generalizada como espectacular: -60% i.a. en vehículos livianos, -33% i.a. en bienes de consumo y -32% i.a. en bienes de capital. Dado que los números se explican por sí solos, no hay mucho más que agregar en este punto: recesión, menor poder adquisitivo en dólares y mucha incertidumbre.

Con estos números, el superávit comercial acumula US$ 7.700 millones en los primeros ocho meses del año, otra vez, más que revirtiendo el déficit de US$ 6.800 millones arrojado en igual período del 2018. Asimismo, de la misma manera que en el mes, el avance respondió al sensible deterioro importador (-28% i.a.) acompañado por un avance exportador (+4% i.a.). Por otro lado, en agosto de 2019 se alcanzó el duodécimo mes consecutivo de una balanza comercial de bienes en terreno positivo, algo que no sucedía desde 2012 –cuando los términos de intercambio eran sustancialmente más altos, sobre todo porque el precio de la tonelada de soja rondaba los US$ 500 frente a los US$ 330 de hoy-.

Se observa entonces cómo el ajuste del sector externo, una de las principales causas de la primera corrida que sufrió la administración Macri, ya está teniendo lugar. En este sentido, proyectamos que el superávit comercial cerraría este año en la zona de los US$ 13.000 millones, producto de una caída cercana al 20% i.a. en las importaciones (en el último cuatrimestre del año pasado se experimentaron las principales caídas, de modo que la baja base de comparación atenuará los desplomes en este frente) y un avance exportador en torno al 6% i.a., consecuencia de una demanda interna que generará nuevos saldos exportables y la salida de la cosecha fina, posiblemente acelerada ante el temor al endurecimiento de la política de retenciones por parte de la nueva gestión ejecutiva.

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