Suiza vota una reforma bancaria

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Los que defienden la reforma bancaria prometen que terminará con el eterno sube y baja de la actividad. Los que se ponen, advierten que el experimento es peligroso.

La campaña se inició una reciente mañana de domingo cuando cerca de la sede del Banco Central de Suiza en Berna apareció pintado un cartel en grandes letras rojas que decía: “Por favor recuerden para qué los hemos creado”. El cartel, puesto por un grupo conservador, coincidió con la reunión anual de accionistas del Banco Nacvinal de Suiza.

Era la última de las protestas de un grupo de economistas y activistas del referéndum convocado poara el 10 de junio sobre reformas profundas a la forma en que funciona la economía moderna. Las propuestas prohbibirían a los bancos comerciales “crear” dinero a través de sus préstamos a empresas y particulares.

El objetivo es impedir que los bancos pongan en peligro los ahorros de los votantes otorgando préstamos insensatos que podrían hacer explotar el sistema financiero. Lo que proponen a cambio es que el Banco Nacional retome lo que consideran es su rol constitucional definido en un referéndum de 1891: el proveedor monopólico de francos suizos.

“Han olvidado la voluntad del pueblo,” dicen los textos de la campaña. “Los expertos están convencidos de que el sistema financiero volverá a experimentar un crac, lo único que no saben es cuándo”, dice Raffael Wüthrich, uno de los activistas de Berna. “Si eso ocurre, nuestro dinero debería estar seguro.”

La tampaña está teniendo ecos internacionalmente porque enfrenta la furia anti-establishment generada por la crisis financiera 2008-09 con los defensores del sistema financiero global, que en Suiza está representado por el Banco Nacional. Sergio Ermotti, director ejecutivo del UBS, rdijo recientemente a la prensa: ´No creo que los suizos sean suicidas y aprueben esa reforma.

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