Las sequías recurrentes y los acopios a que han recurrido muchos gobiernos han empujado los precios de la soja a sus niveles más altos en cuatro años. El precio de la soja y de todos los granos en general vienen creciendo sostenidamente desde mediados de año, en parte porque los gobiernos están aumentando sus reservas anticipando posibles disrupciones en la oferta como consecuencia de la segunda ola de la pandemia de Covid—19. China se destaca entre los países compradores mientras reconstruye paso a paso sus ganados porcinos luego de la devastación provocada por la fiebre porcina africana.
El calor y la sequía en la parte sur de Brasil y Argentina como resultado del patrón climático de La Niña redujeron la oferta de protos de soja y llevaron los precios de Chicago a US$ 11,01 la fanega, un aumento de más de un tyercio con respecto a los niveles de abril.
El aumento en los precios del trigo, maíz, cebada y sorgo llevó a un aumento de 17% en el subíndice cerealero de la Food and Drug Administration y compensa la caída en los precios del arroz, que están en su nivel más bajo de los últimos 7 meses