<p>El grupo de los 7 –Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Canadá e Italia-, en efecto, debe intensificar esfuerzos para contener los mercados. Operadores y especuladores apuestan contra el riesgo máximo del momento: la renuencia de Grecia a hacer ajustes traumáticos y el consiguiente congelamiento de € 6.000 millones. Es la última cuota del rescate por € 10.000 millones aprobado en mayo de 2010.<br />
<br />
Formalmente, este encuentro deriva de un compromiso adoptado el 8 de agosto: encarar acciones coordinadas para calmar los mercados. Por cierto, el fracaso de la Eurozona en detener la especulación la convierte en clave por ausencia de iniciativas gubernamentales.<br />
<br />
El clima vuelve a ponerse denso. “Cualquier clase de recesión occidental mostrará impresiones digitales europeas”, sostiene Constance Hunter, estratega de Aladdin Capita Management, una cartera norteamericana de US$ 12.000 millones. “La Eurozona es el verdadero peligro”.<br />
<br />
Pero no es el único. Los partícipes de la reunión deben evitar la recurrencia de la catástrofe desencadenada en septiembre de 2008 por Bear Stearns, Lehman Brothers y Merrill Lynch. Al respecto, la Organización pro Cooperación Económica y Desarrollo (OCED), una usina monetarista, advierte que los veinticuatro componentes del G-7 apenas se expandirán en el cuarto trimestre y, concretamente, la Eurozona se contraerá. <br />
<br />
“Cada miembro del grupo –señala el informe de la OECD- pelea en varios frentes para detener la desaceleración y evitar que mute en una depresión de las economías centrales. Más allá de ciertas promesas (EE.UU., Japón), las tasas básicas de interés tocan casi cero por ciento anual y la deuda pública de Occidente alcanza alturas sin precedentes.<br />
<br />
“Las cosas se pondrán peores. La gran diferencia entre el presente y el pasado inmediato es que, ahora, nos quedamos sin balas”, afirma Nouriel Roubini (Global Economics). “Existe 60% de probabilidades de otra contracción a gran escala en la mayoría de las potencias industriales”.<br />
<br />
La semana concluye con otro récord griego en materia de trueques de deuda insolvente. Por ende, hay 91%: de probabilidades de cese de pago. En cuanto a la renuencia de los bancos privados europeos a prestarse entre sí (call money inclusive), tocó el jueves un pico en treinta meses. Desde principios de julio, casi US$ 5 billones se quemaron en los mercados bursátiles.<br />
<br />
“La posibilidad de una Lehman Brothers europea desvela a operadores, banqueros y gobiernos” apunta Niall Ferguson (Harvard). Por su parte, Josef Ackermann (Deutsche Bank) ha reiterado que “las condiciones actuales recuerdan las de 2008”.</p>
<p> </p>
Sombras de Bears Stearns y de Lehman Brothers
Ministros de hacienda y presidentes de bancos centrales debaten en Marsella sobre una crisis de endeudamiento soberano sin salida a la vista. Pero los persiguen los fantasmas de dos quiebras que, en 2008, marcaron el cenit de la crisis anterior.